sábado, 25 de diciembre de 2010

Actuamos según motivaciones, intereses y aspiraciones. SILO

.. las motivaciones vienen más bien de atrás, del pasado; las aspiraciones son aquellas cosas que desearía que fueran, aunque quizás no haga mucho al respecto. Los intereses tienen que ver más con las conductas, y ellas denotan la dirección mental.

Si uno quiere transformar esa dirección debe conocerla.

Transformar puede ser reforzar alguna cosa y dejar otras que no interesan.

Ahora, yo direcciono mi vida y el otro me jode. Cuando me soy fiel a mi mismo, si el otro no cumple el acuerdo no me traiciona, en todo caso me libera del acuerdo.

No hay lugar al resentimiento. Yo avanzo y el otro se queda. Lo que haga es su problema, yo avanzo y si puedo le doy una mano.

Serse fiel, vencer los temores, las resistencias, aumentar la felicidad en uno y en los demás son obsesiones que se resuelven en una: Ser feliz, útil y libre. Aprender.

Puede ser que uno se sienta fracasado, que se sienta sumergido en la chatura, que todo se lo hacen a uno. En realidad el fracaso es por no poder “volar" por encima y empiezan las justificaciones.

Reconocer el fracaso en el corazón no es grave, es decir: bueno, sincerémonos, éstas son mis falsas esperanzas, éstos son mis temores, en fin, cosas terrenales. Afirmación, seguridad, errores de cálculo.

Nuestra pretensión es superar el dolor y el sufrimiento en uno mismo y en los demás.

Cuando no atiendo compenso y cuando atiendo direcciono, compenso con lo que voy a hacer la semana que viene o con que el maná cae del cielo, direcciono trabajando de acuerdo a un calendario con un mínimo de corrimiento.



Frases de Silo

La evolución de la vida es muy larga, la vida tiene la intención de un proceso de trasformación muy lento; al ritmo de la vida seguramente otros niveles de conciencia van a aparecer en cientos de miles de años más.

• La vida se juega con millones de posibilidades. Y si en esa matriz de n posibilidades el ser humano individual vive una vida mecánica, a la vida no le importa, la vida tiene tiempo y miles de millones de reemplazos.

• La vida tiene la intención de un proceso de trasformación muy lento, nosotros no queremos un proceso de trasformación lento que lleve miles o millones de años. Hay un cierto desacuerdo de intenciones entre nuestra doctrina y el ritmo de la vida. Estamos muy bien equipados pero la vida no necesita de nuestro desarrollo individual; por eso nosotros queremos transgredir el ciclo natural de la vida, nosotros queremos arrebatarle esos millones de años a la vida.
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• Nosotros tenemos una postura en la que fundamentamos nuestra doctrina: Queremos el futuro ahora, no en los tiempos de la evolución natural. No estamos en la espera pasivo de que de pronto un rayo baje del cielo y nos ilumine. ¡NO¡ Nosotros estamos construyendo a este futuro ser humano ahora y ello nos da mucho sentido, nos dignifica El nuestro es un camino de rebelión direccionada. Es un camino de ASCESIS. El futuro del ser humano lo queremos construir ahora no en los tiempos de la evolución natural.

• Si alguien dice que la vida termina con la muerte y que por lo tanto respecto a este tema no hay de que hablar, nosotros le decimos que no, que es ahí donde recién comienza la conversación. La Doctrina apunta al Sentido, a los temas de la muerte y la trascendencia, pero todo esto hay que construirlo en uno. Estamos construyendo a este futuro ser humano ahora y ello nos da mucho sentido, nos dignifica. Liberar energía es permitir que la conciencia siga avanzando hacia la dirección en la que va, sin bloqueos, sin lentitud, sin innecesarios retrasos.

• Cada uno tiene ganas de tener experiencias de lo más trascendental que hay en el ser humano. Pero esa palabra "trascendental” puede ser fría y sin contextos. Hay registros de gran unidad y comprensión que están relacionados con la grandeza humana. Aspiramos a incorporar en nosotros mismos esta grandeza humana.

• Hay regiones de conciencia que existen en las zonas altas del espacio de representación y están lanzando señales constantemente pero normalmente no somos capaces de captar estas traducciones porque la energía no llega hasta esas regiones. Si hay energía libre estas regiones altas se traducen en el aparato que tenemos con los registros que tenemos. Lo nuevo tiene que ver con estas regiones de la conciencia que traduce la mente a un lenguaje que la conciencia puede captar. La conciencia puede integrar los contenidos de regiones nuevas accediendo entonces a otra visión sobre el mundo. Toda nuestra Doctrina es un ejemplo de esta visión más completa. A partir de allí nace una conducta distinta, una expresión de nuestra experiencia, en base a las nuevas construcciones hechas. La muerte no existe, en la dirección hacia adonde estamos avanzando. 

miércoles, 15 de diciembre de 2010


Propósito

Todo tiene un significado y un propósito. Se dice que cuando una mariposa bate sus alas en África, una enorme tormenta se crea cerca de Alaska. Para los ojos ingenuos, los hechos fortuitos pueden parecer carentes de sentido, pero, ¿lo son?

Creemos que cada cual tiene un propósito, aunque puede que requiera años el satisfacerlo. Algunas personas se pasan toda su vida buscando su propósito, mientras que otras viven ignorando su voz interna. Después están las que viven en completa sintonía con la sabiduría de su alma.

De hecho, no se trata tanto de encontrar el propósito como de disminuir la velocidad suficientemente como para reconocerlo y escuchar qué nos dice. Cuando tenemos claridad acerca de nuestras intenciones, límites y compromisos en la acción, entonces se enciende el entusiasmo y el propósito empieza a cobrar vida. De lo contrario, cada acción cotidiana en nuestras vidas parece carente de profundidad y significado. La meditación nos recuerda cómo escuchar, nos permite ir hacia el interior y sentir nuestros pensamientos antes de que le demos a nuestro propósito el aliento vital. A medida que meditamos, esta fértil pausa da nacimiento al significado.

Es importante mantener en mente que sólo debido a que algo parezca carente de sentido no quiere decir que no tenga valor o significado. Es muy fácil enjuiciar, criticar, acusar, condenar, mofarse y restar importancia a aquello que no podemos comprender, pero deberíamos entender profundamente que cuando hacemos esto, es un reflejo de nuestra inmadurez espiritual. Cuando nos detenemos a observar nuestros pensamientos empezamos el viaje de auto-descubrimiento – un viaje que llena cada respiro con significado y propósito.

Estar lleno de propósito y significado significa tener un foco claro, opuesto a sentarse detrás y dejar que las cosas sucedan. Sin embargo cuando reducimos la velocidad y empezamos a escuchar nuestra voz interior, nos alineamos con nuestro propósito y nos volvemos activos a fin de satisfacerlo y cumplirlo. Añadimos poder y motivación a todo lo que hacemos. Todo, incluso la mínima acción de beber un vaso de agua se llena de una plena conciencia y significado. Así es como realmente empezamos a saciar la sed del alma.

sábado, 27 de noviembre de 2010

EL YO TRASCENDENTAL

No es un Yo psicológico. El Yo de la auto observación, es un Yo psicológico mas profundo, pero siempre es un filtro frente a las percepciones, no es un Yo trascendental, siempre tiene conciencia del Yo.

El Yo trascendental pierde personalidad, se difunde en el espacio, es un Yo donde tu no importas.

La estructura y esa suma de sensaciones, más algo que configura la conciencia: es un Yo psicológico, la estructura de la personalidad. No es un Yo trascendental.

El Yo trascendental tiene que ver con el centro de gravedad. Ese Yo Trascendental, que no vela o no opera radiantemente ni hace maravillas, ese Yo trascendental comienza a percibirse cuando uno experimenta que se ha formado en su interior un algo... indefinible, y nosotros decimos, cuando te das cuenta de tus emociones, te das cuenta en tu aprendizaje de que otra cosa esta aprendiendo, de que otra cosa esta sintiendo, de que hay algo mas interno, que no es lo que esta movido por las emociones, movido por las ideas, movido por... eso interno es la presencia del Centro de Gravedad. Cuando en el desarrollo del trabajo tengas ese indicador de que te das cuenta de que si, te das cuenta de que te emocionas, te indignas, bufas, saltas, ríes, y además piensas, haces cálculos, pero cuando percibas en tu trabajo interno que hay un centro mas interno, de que todo aquello es como una película, no estamos hablando de auto observación, estamos hablando del afianzamiento de un Centro de Gravedad, ahí esta surgiendo eso que luego se manifiesta en el trabajo como Yo trascendental, que no es tocado por las percepciones.

EL CENTRO DE GRAVEDAD Y LA TRASCENDENCIA

¿Cómo se sabe si el hombre es inmortal? No se sabe, pero ¿qué fundamenta la posibilidad de la inmortalidad?, esto de la posibilidad es mucho más interesante. La posibilidad está dada por lo siguiente: si este campo energético, que en ocasiones produce manifestaciones independientemente del cuerpo, las produce externamente al cuerpo y a los sentidos, si ese doble energético puede manifestarse a distancia y actuar sobre la materia, sobre la energía, incluso trasladarse en el tiempo y anticiparse a fenómenos que todavía no han sucedido, si este doble energético, por la onda, la vibratoria que está trabajando, por la frecuencia que está trabajando, puede operar independizándose de los sentidos, si eso sucede, es probable que a la disolución del cuerpo, de entrada se disuelva eso, pero si esto tiene cierta “compactidad”, un cierto centro de gravedad propio, pueda manifestarse aun mas allá de la disolución del doble y cuerpo.

Cuando hayamos logrado un centro de gravedad que sustituya al sillar material. Si tal cosa es posible, entonces las puertas de la inmortalidad son posibles.

Hay distintos centros en el hombre, los centros están conectados entre si, si su Centro Intelectual va en una dirección, su Emotivo va en otra y su Motricidad va en otra, en ustedes hay desintegración descendente, hay líneas centrifugas, entonces seria conveniente que usted ordenara su Motricidad, su Emoción y su Intelecto y usted formaría un centro de gravedad interno que le permitiría ser armónico en la vida cotidiana.
Efectivamente a la gente le sirve armonizar eso y desde otro punto de vista, al hacer semejante cosa vamos creando un centro de gravedad en el sentido que hemos venido hablando, por una parte, y al crear correntadas centrípetas que consolidan ese algo, ese yo interno, eso que después nos permite controlar fenómenos de otra naturaleza.

Apuntes tomados de la charla de caracas – Silo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Una excelente reflexiòn del Maestro SILO

En cuanto tratas de entender quién eres, cuando tratas de pensar quién soy, empiezas a hacer, sin darte cuenta, un análisis, una división, mentalmente vas dividiendo.
Yo no soy el de ayer, sin embargo hay algo que se conserva en mí desde que era niño. Pero yo no soy ya ese niño. Qué es lo que se conserva en mí desde que era niño que me permite decir que soy el mismo? Sin embargo no soy el mismo, hay una alucinación permanente (risas) hay algo que me permite decir; sí, sí soy el mismo pero no soy el mismo. Bueno pongámonos de acuerdo (risas). Hay algo que no cambia, y qué no cambia? hasta la ropa cambia, la ropa de antes me queda chica, en poco tiempo más me va a quedar grande (risas).
Bueno qué permanece entonces? El nombre permanece, algo externo, un documento de identidad (risas). Qué más? qué es lo que me da identidad? Quién soy yo, el nombre soy yo? No, el nombre no. Mis experiencias me dan identidad? O yo me recuerdo de un modo muy distinto en un momento y en un modo muy distinto en otro momento.
Resulta que ni siquiera mi memoria me da permanencia, mis proyectos han cambiado, es decir, mi imaginación de cosas a futuro ha cambiado.Entonces quién soy yo?
Tal vez yo sea simplemente una ilusión. Yo en cuanto yo, tal vez no exista, tal vez sea una sumatoria de cosas, que me producen el registro del Yo, un Yo que no cambia, como si fuera una unidad. Pero si en cambio empiezo a descubrir que ese yo es cambiante, y determino también que si este Yo cambia, no tiene permanencia, es ilusorio, es una sumatoria de cosas, es memoria, es imagen, es recuerdo, es proyecto, pero no es una cosa. Pero yo creí hasta ahora que mi Yo es permanente. Y cuando digo Yo soy el centro del mundo (risas) y lo digo Yo. Ese es el registro de lo universal en mí. Bueno, no es así! (risas). Pero claro, no mortifiquemos a la gente, para qué habríamos de mortificar a la gente?. Porque si ese Yo es ilusorio todas las cosas que creo... bueno, también son un poco ilusorias y todas las cosas por las que sufro también soy un poco ilusorias. Pero no mortifiquemos a la gente porque si lo que creo, lo que pienso y lo que siento es ilusorio y si mis sufrimientos son también ilusorios, esto que estamos diciendo no ayuda a la gente. Entonces cuando me preguntas por eso yo le escapo a esa pregunta (risas) porque crea muchos problemas, pero de todos modos un pequeño trabajo por preguntarme a mí mismo quién soy yo, me hace reflexionar por cosas que no son tan permanentes, tan seguras, tan inconmovibles y me hace pensar sobre el sentido, pero sin mortificarse, suave, suave.

¿De dónde vengo? es una revisión. ¿Adónde voy? y no lo sé, no lo tengo tanto claro, sería interesante ir aclarando este camino como si en esa reflexión se fuera poco a poco perfilando un futuro. Pero sin mortificarme, si no, crea muchos problemas esa reflexión llevada a la profundidad.

Vamos despacio y entonces este camino es un camino para ir despacio, no para meterse en profundidades en donde termino descubriendo que el Yo desaparece, que mis aspiraciones están movidas por cosas efímeras, que mi sufrimiento se basa en cosas efímeras, que lo que quiero lograr y lo que temo perder, sufro por imaginación, sufro por el recuerdo, sufro por las impresiones de un Yo que móvil. No vale la pena sufrir así! (risas) no vale la pena tener un Yo. Más vale que tengamos un nosotros (risas) y que se faciliten las cosas en la gente en nosotros y no Yo metido dentro de mi mismo. Solo yo en una isla mental, donde todo lo que pienso, lo que siento, lo que me pasa es ilusorio y sufriente. No es negocio. En fin, pero así está bien considerar suavemente quién soy yo a dónde voY

sábado, 6 de noviembre de 2010

¡PÓNGALE CHISPA A LA VIDA

Muchos tienen fósforos en su interior, pero pocos saben encenderlos. Aunque usted no lo crea, nuestra vida es como varios cerillos juntos que tienen la capacidad de volverse fosforescentes con sólo rasparlos.
Esa energía representa nuestra verdadera alma, una materia luminosa que ‘arde’ sin consumir nuestro cuerpo.
Es como la sazón de la vida que, por desgracia, olvidamos saborear.
Y es que, así tengamos los cerillos suficientes, sólo de nosotros depende encender nuestro brillo interior.
Esa luz es la que en realidad debemos tener para emprender alguna cosa o cualquier cambio. Cuando usted hace algo con alma, descubre cuanta alegría le proporciona conseguir sus objetivos.
Sin alma, las cosas se vuelven amargas. Tal vez por eso hay gente aburrida en las oficinas, hay alumnos cansados de ir a la escuela y hay docenas de parejas que terminan ‘presas’ de la rutina.

Sueñe y viva el cambio

Usted puede soñar ‘con los pies en la tierra’ y asimilar que puede cambiar.
Soñar no sólo afloja la eterna tensión de los nervios; sino que además le permite identificar partes de su vida que quedan veladas por el destello de la rutina. Es como una película en donde usted puede ser el director, el protagonista, el productor e incluso el espectador de su propia vida.
Para algunos el sueño es un arte poético involuntario donde la imagen que captamos, más allá de su acostumbrada exageración, es un libreto que debemos interpretar.
Ojo, no se trata de traducir al día siguiente lo que soñó y, como si se tratara de un horóscopo, esperar que todo se haga realidad.
Es otra cosa lo que se plantea con el tema de hoy.
Es convertirse en un actor de cambio y llevar a escena el libreto de su sueño, al menos hasta cristalizarlo con una obra real.
La idea es que si usted tiene un deseo de realizar algún sueño en la vida, debe empezar por asumir el papel de ‘soñarlo despierto’.
¿Si otros con mayores problemas en la vida han vencido, usted por qué no va a poder?
Lo que sí debe tener claro es que hay que ser moderado. De igual forma, no se puede quedar sólo en el sueño escueto o en esas imágenes que llegan a su mente después de un día duro.
El sueño que Dios quiere para usted, sólo se realiza cuando usted lo asume como suyo.
No olvide esta reflexión: a lo mejor el otoño ya llegó a su vida. Incluso es probable que las hojas que caen le recuerden hoy que tiene mucho por hacer y por cambiar. Es hora de convertir sus sueños en realidad.

CAMBIO ‘A JURO’
Es bueno traer a la memoria una historia de la vida real, que nos retrata la palabra ‘cambio’ y su resistencia a él. Ocurrió en una ciudad de Colombia, hace ya 13 años.
En ese entonces, a Luis Montaña, un hombre que se definía como el ser de mil batallas, una puntilla le hizo una herida en un dedo de su pie derecho.
Él, en su peculiar ‘constitución de vida’, siempre tuvo una máxima que no violaba jamás y que rezaba así: “no voy al médico por pendejadas”.
¡Por supuesto! no iba ir a un centro asistencial por un pinchazo en el pie: “Un poco de alcohol, una ‘curita’ y listo. Problema resuelto”, decía.
Al final, la herida se le infectó, pues él no previó la profundidad de la cortada en su piel. Como el pie le dolía mucho, se enfrentó a sus dos únicas opciones: ir al médico o hacerse remedios caseros con el riesgo de que el mal se le propagase.
Se decidió por la última opción; es decir, optó por resistirse de manera obstinada al cambio en su sagrada ‘constitución’.
Luis hizo lo que siempre había hecho: pasarse la vida luchando contra lo inevitable. Sólo que esta vez, la resistencia le resultó inconveniente: el médico, cuando le diagnosticó la infección que tenía, terminó amputándole el pie.
¡Tremendo cambio el de su vida!
El muñón en que quedó convertida su pierna, todos los días le mostraba que se le había ‘quebrado’ el principal artículo de su constitución.
Ahora, Luis ve la vida distinta, sin acartonamientos y sobre todo sin preceptos inviolables. Y es que después de la amputación, se convirtió en el paciente más entusiasta del hospital de su tierra.
Luchó por todos los medios para lograr la prótesis que su cuerpo necesitaba: consultó a varios médicos e incluso a varios abogados, pues tuvo que demandar al Estado para que lo atendieran.
¡Y lo logró! Hoy, Luis recorre en su bicicleta todos los días uno de los cerros más altos de su ciudad. Él dice que ¡cambió para bien! Aunque nunca había hecho deporte, ahora le encuentra sentido a montar en su bicicleta, así sea con la prótesis.
Él tuvo el coraje suficiente para ver la vida de otra forma. Al fin y al cabo el cambio le enseñó valiosas lecciones.

Días de Otoño

Cuando el otoño empieza, nos damos cuenta de que no hay tanta claridad como había antes.

Las hojas de los árboles, por citar sólo un ejemplo, notan tal estación, pues no reciben tanta luz como acostumbraban. Además, la clorofila para ellas empieza a decrecer y es entonces cuando el verde de las hojas cambia por colores que las hacen ver con matices ‘añejos’.
Ocurre con nuestras vidas, sólo que no lo percibimos del todo. En aquellos días de otoño, tan frecuentes en muchos de los que se deprimen, aparecen algunas manchitas que nos hacen ver el mundo algo opaco. Mejor dicho: el verde esperanza empieza a desvanecerse y otros colores se pintan sobre nuestros rostros.
Algunas de las tonalidades que se esconden en las hojas son: marrones, que pueden significar que ellas están muriendo; amarillas o naranjas, las cuales advierten de la imperiosa necesidad de cambiar; y las violetas, que les hacen caer en cuenta a los árboles que algo está mal.
Tal como ocurre con esas hojas, el otoño nos trae algunos mensajes claves a nuestro mundo. En aquellos días comprobamos que estamos inmersos en la rutina o, algo más grave, percibimos que algo se nos muere.
¿Sentimos esas cosas por estos días?
Las conclusiones son claras: son épocas de cambio.
Y eso no es malo. De hecho nuestras vidas son un constante desfile de cambios: los hay en la moda, en el tiempo, en los puestos de trabajo, en las costumbres de la gente e, incluso, en la forma de hacer política.
Podríamos decir que el cambio puede llegar a ser un hechizo. Sólo que el truco está en la forma como agitemos esa varita mágica para que las cosas se modifiquen de una manera positiva.
La forma como asimilemos las variaciones de la vida, nos puede hacer sentir dos tipos de situaciones:
Primera: que veamos la vida como si nos hubiéramos ganado una ‘lotería’.
Segunda: que nos montemos en un pálido cortejo fúnebre.
Sea como sea, durante estos tiempos de otoño debemos cambiar para bien y ¡qué mejor que creer que las cosas son posibles!

CONVIENE CAMBIAR

Nuestras vidas se resumen a constantes cambios. Todo gira: la tierra, la moda, el trabajo, la política, el dinero y hasta el amor.
De hecho, cuando nos enamoramos, por citar sólo un ejemplo, el primer gran atractivo es lo nuevo que apreciamos en ese ser que recién conocemos y que, sin explicación aparente, nos llega directo al corazón. Tanto, que nos hace cambiar.
No en vano escuchamos a muchas novias decir, “ese hombre me cambió la vida”; o a los chicos advertir, “esa mujer me movió el piso”.
El cambio es un ‘hechizo’. La clave está en la forma como agitemos esa varita mágica para que las cosas cambien de manera positiva.
La forma como asimilemos las variaciones de la vida, nos puede hacer sentir dos tipos de cosas:
Una es que veamos la vida como si nos hubiéramos ganado una ‘lotería’.
Y la segunda es que nos montemos en un pálido cortejo fúnebre.
Sea como sea, en esto del cambio, hay un ‘axioma’: si buscamos el crecimiento personal inherente a cualquier nuevo periodo de la vida, el cambio nos favorece.

ADIÓS A LA ‘BASURA’

Si siente que la rutina lo ha atrapado en una ‘digestión moral’, empiece a conjugar la singular filosofía de los aseadores.
¿Cuál es? es una máxima que, de una manera breve, reza así: ¡basura dentro, basura fuera!
Se trata de un limpio ejercicio que tiene la particularidad de desechar la peor enfermedad que acostumbra a apoderarse del espíritu y que se conoce con el nombre de “aburrimiento”.
Para ello, usted debe tachar la negatividad de su agenda y mandar a la cesta de la basura todo aquello que no lo deje progresar.
Esa relación que usted tiene y no le produce ningún tipo de amistad o de cariño, ¡deséchela!
Esa conversación que no le despierta el mayor grado de confianza, ¡termínela!
Es un ejercicio que, con cierta frecuencia, practican los recolectores de la basura. Ellos, quienes se ‘untan de basura hasta las orejas’, sostienen que “por más mugre que les caiga, siempre se mantienen limpios”.
¡Bueno! ellos sólo recogen lo que les sirve; lo que pueden reciclar. El resto lo entierran.
O sea que los basuriegos lo único que hacen es pensar de una manera positiva y, de esta forma, le sacan más provecho a su digno trabajo.
Si usted se acostumbra a poner el pensamiento negativo al comienzo de su agenda, debe aprender a eliminarlo de una.
¿Cómo se logra?
Un alma fuerte logra maravillas en un cuerpo débil; un pensamiento agradable, destruye un momento triste; y una sonrisa oportuna, es un remedio preciso para una enfermedad.
Haga el ejercicio con lo que esté haciendo ahora y verá los resultados.
Empiece por acercar la cesta de la basura de su oficina o de su cuarto y recuerde esto:
basura que entre a su vida, basura que sale de inmediato de su agenda

Pese al temporal, algo bueno vendrá

Es dentro de usted, justo en ese espacio interno, valioso y trascendental que existe en su corazón, en donde está la chispa de su vida. Allí se encuentran todas las respuestas que necesita.
Por eso, ante cualquier situación difícil por la que atraviese, debe tener confianza y aprender a escuchar a su ser interior.
La vida le trae de manera cotidiana diferentes situaciones, unas más difíciles que otras. Sin embargo, le corresponde buscar soluciones apropiadas, las cuales se convertirán en escalones para su crecimiento.
Cada cosa que le sucede es, de manera literal, un espejo en donde se puede mirar. Si el aguacero de la angustia llena el horizonte de su pensamiento, sencillamente verá nubes grises por doquier.
En cambio, si la calma viene a sentarse en medio de su pecho, verá cómo la tranquilidad se mece al vaivén de sus grandes anhelos.
Mejor dicho: si su cabeza es una ‘guarida’ oscura en donde se esconden pensamientos de odio, de rencor o de envidia; cuando camine por la vida, sólo verá pasar por ella estos feos sentimientos.
Trabaje con todo entusiasmo y vea los problemas del momento como sanos retos. Las vicisitudes ponen a prueba nuestra capacidad para levantarnos.
No pase sus situaciones a otros para ahorrarse el esfuerzo mental en la búsqueda de las soluciones; tampoco les eche la culpa a los demás. Si actúa así, perderá valiosas oportunidades de crecer, de mejorar y de experimentar la magia de vivir.
Un último consejo: al despertar cada mañana, ofrézcale su primer pensamiento a Dios; dele gracias por el nuevo día y por el regalo de la vida. Pese a que amanezca lloviendo, prográmese un día sereno. Propóngase vivir esas 24 horas en paz con usted mismo y en armonía con las personas que están a su alrededor.

mire hacia el lado

Si no tiene zapatos nuevos, mire hacia el lado y note que hay muchos que aún andan descalzos.
• Si no tiene para cenar en restaurantes finos, mire hacia el lado y compruebe que a muchos les toca esperar a que usted termine de comer para recoger los mendrugos.
• Si no viste a la moda o sus prendas no son de marca, mire hacia el lado y vea en las ‘pasarelas’ de las calles las pintas que lucen los pordioseros.
• Si le parece duro levantarse a trabajar, mire hacia el lado y reflexione sobre lo difícil que es para muchos ‘levantarse’ a buscar trabajo.
• Si le saca de quicio hasta el más mínimo resfriado, mire hacia el lado y compadézcase de todos aquellos que tienen sus días contados.
• Sí, mire hacia el lado, pero no para comprobar las miserias de los demás, sino para entender que hay muchos que, como usted, tienen un gran peso sobre sus hombros.
• Esta es una invitación a asumir su verdad de una manera clara, para saber cómo afrontarla. Cada quien tiene su propia historia, su propio afán y su propia victoria.
• El sano vivir enseña que se debe alimentar la fuerza del espíritu. Por eso, no se puede desesperar con peligros que usted mismo se inventa

LA ESPERANZA DEL LABRIEGO

El campesino tiene la costumbre se sentarse a ver sus siembras y repetirse así mismo que las tardes más bellas para él, llegan justo después de las mañanas más tristes.
Él, por muy alterado que esté el clima, cultiva la esperanza, la convierte en una flor de primavera y, lo que es mejor, la balancea dulcemente al vaivén de sus ilusiones.
Para él no existen terrenos estériles. Si hay agua para regarlos, abono para prepararlos y semillas para cultivarlos, él será capaz de sembrar jardines en el desierto.
El monólogo de este labriego tiene el tono verde de la esperanza incrustado en sus palabras y, por ende, en sus siembras.
A toda hora él tiene una sonrisa pintada en los labios y siempre cree que todo marchará bien.
Y lo mejor es que, al final, sus cosechas se multiplican.
Todos deberíamos pensar como el campesino. Por muy atormentados de penas y sufrimientos que hoy tengamos, no debemos olvidar que a todos nos abriga un pedazo de cielo.
A veces vivimos renegando porque nuestro camino está lleno de piedras; pero no hacemos nada para conseguir un buen calzado que nos proteja de los traspiés que a veces nos trae la vida.
La esperanza es como cualquiera de esas sustancias que se toman como medicina: nos socorre una necesidad, nos libra de un riesgo o peligro y, casi siempre, repara ese daño que causa en nosotros el desánimo.
Mientras existan ganas de luchar, hay esperanzas de vencer.

Qué tanto habla con usted mismo?

Dicen que cuando uno habla solo está loco. ¡Y no es así! De hecho, puede ser más ‘cuerdo’ el conversar con uno mismo, que hacerlo con el sicólogo. ¿Por qué lo decimos?
Porque usted, y nadie más que usted, es quien sabe qué es lo que le pasa. Por eso, hablar con uno mismo tiene grandes ventajas: hay desahogos, se rebaja la tensión emocional e incluso se sacan muchas cucarachas que se anidan en la cabeza.
Es como mantener encendidos los diálogos con su espejo. Además, este ejercicio puede resolverle muchas de las angustias que tanto lo agobian.
Este ‘monólogo espiritual’ es una actividad tan sana como productiva. Muchas personas que han fracasado, reconocieron que lograron superar la adversidad gracias a la conversación que sostuvieron con sus voces interiores.
Hablar con uno mismo, ojalá sea en voz alta, es útil para pensar mejor y tomar decisiones trascendentales.
Se podrá engañar a todo el mundo, menos a Dios y a uno mismo. En ese orden de ideas, cada vez que usted decide entablar su propia charla, finalmente el mensaje que se emite es sólo la revelación transparente de lo que hay en su corazón.
Hay que hacer una advertencia: se debe tener cuidado de lo que habla, porque puede ser un diálogo positivo o negativo.
La Biblia señala que un hombre rico se la pasaba hablando en voz alta de toda la plata que tenía, y de tanto jactarse de su dinero, sus familiares lo tildaron de loco y le quitaron su fortuna.
Por otro lado, las Sagradas Escrituras también recuerdan que el hijo pródigo hablaba consigo mismo del amor que le tenía a su padre y de lo tanto que extrañaba a su familia y, después de analizarlo, tomó la mejor decisión: regresó a su hogar.
Tampoco se trata de que cuando hable con usted se la pase dándose duro, reprochándose y lastimando por aquello que hizo o dejó de hacer.
Mucho menos tiene derecho a quejarse por todo y asumir el rol del ‘pobrecito yo’.
Recuerde que usted es lo que piensa o, para el caso de esta página, usted es lo que habla con usted mismo.
Porque las palabras dejan huella, tienen poder e influyen de una manera sana o errada. Ellas curan o hieren, animan o desmotivan, reconcilian o enfrentan, iluminan o ensombrecen, dan vida o dan muerte...
Le corresponde hablar de cosas que sean verdaderamente honestas, precisas, amables y que, incluso, sean dignas de ser escuchadas después por los demás.
Cuando les imprimimos palabras a los sentimientos, logramos expresarnos con los demás y conseguimos esas cosas buenas que tanto anhelamos.

domingo, 24 de octubre de 2010

[71]el cuerpo humano al microscopio

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LA ANGUSTIA NO SIRVE PARA NADA

Cuando la angustia toca a nuestras puertas, nos quedamos atornillados. En lugar de eso, deberíamos ver la dificultad ‘frente a frente’ y asumir que debemos derrotarla en el menor tiempo posible.
Con relativa frecuencia nos ocurre que, en lugar de analizar fórmulas para finiquitar los dolores de cabeza, nos desesperamos y nos preocupamos más de la cuenta.
Al final estamos tan distraídos, que nos estancamos y no logramos identificar cómo salir del lío.
Antes de ver lo que realmente nos está pasando, agrandamos la situación. Lo malo es que tal forma de asumir la vida provoca incendios que queman el ánimo y hasta el suspiro más recóndito del alma.
Es por eso que desatamos tormentas en un vaso de agua y, sin quererlo, nos acostamos con las mangas de nuestro estado de ánimo totalmente deshilachadas.
¿Qué es lo que sucede?
Pues, que nos estresamos.
Por ver las cosas más grandes de lo que realmente son, el estudiante cree que no será capaz de pasar una materia; la novia celosa encuentra un rival en cualquier mujer que se le acerque a su pareja; y el empleado refleja en el rostro de su jefe una carta de despido.
Es como tener un espíritu hipocondríaco, el cual encuentra en un simple resfriado a una enfermedad terminal.
Es una pena admitir que ese ‘cáncer’ carcome muchas de las esferas de nuestras rutinas en la oficina, en la casa y, en general, en todo el entorno.
Si nos seguimos comportando de esa forma, muy pronto tocaremos fondo.
La verdad es que no podemos ir por ahí agrandando las cosas. Por eso somos tan celosos, tan inseguros, tan asustadizos y tan amargados.
La vida no puede resumirse a una fuente continua de aflicciones, cargadas de ideas pesimistas. No nos podemos embadurnar en un pozo inagotable de malos presentimientos, de supersticiones o de angustias injustificadas.
¡Bueno! Hasta aquí la radiografía del problema; pero, ¿qué hacer para no ahogarse!
La valentía y una mirada optimista al futuro son actitudes que pueden ayudarnos durante los malos momentos.
Si en la actualidad usted atraviesa por una tribulación, al punto que ha perdido la serenidad, no hay mejor antídoto que tener la certeza de que sus angustias se desvanecerán muy pronto.
Las tinieblas internas que casi siempre usted se crea, desaparecen ante los rayos solares de una mente positiva.
Empiece a sacar la basura de su corazón. ¡Deshágase de aquello que le produce malas energías y decida encarar la vida con dignidad!
¿Sabe una cosa?
Muchos pacientes de cáncer lo hacen. Enfrentan su enfermedad con firmeza; y les va tan bien que incluso logran derrotar a la quimioterapia y se sobreponen a este penoso estado de salud.
Ojo, esta no es una invitación a encender velas o a ponerse a rezar como ‘lora borracha’; tampoco tiene que visitar brujos.
Aquí la cuestión es de limpiar ese carro de estupideces que usted acostumbra a estacionar en su mente.
Si está viendo mal, póngase gafas y vea el problema tal cual es. Porque con la misma claridad que asume la dificultad, usted encontrará la nitidez precisa de la solución.
Tenemos particulares formas de ver las cosas; sin embargo, casi siempre somos fatalistas y nos arropa el concepto de que nada es seguro. La verdad es que las cosas son imprevisibles y por eso, cuando nos ocurre algo, no estamos preparados para asumirlo. Es ahí donde conviene tener una gota de serenidad.
MÁXIMA
Quien pierde la serenidad, en su atolondramiento es como el mosquito que, teniendo libre salida por la ventana, se enfrasca y muere estrellado contra el vidrio.
BELLA HISTORIA
La serenidad no es sólo un asunto a tener en cuenta durante los problemas; cuando estamos felices y todo nos sonríe, también nos corresponde tomar una gota de ella.
Analice la siguiente historia:
De un panal se derramó su deliciosa miel, y las moscas acudieron ansiosas a devorarla. Y era tan dulce que no podían dejarla. Pero sus patas se fueron prendiendo en el dulce y no pudieron alzar el vuelo de nuevo. Ya a punto de ahogarse en su tesoro, exclamaron:
- ¡Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de placer!
Consejo: tome las cosas bellas de su vida con serenidad; poco a poco, para que las disfrute de una manera plena y no se vaya a ahogar dentro de ellas.

SU MAJESTAD EL ABRAZO

Un viejo sabio decía que un ser humano necesita recibir, al menos, cuatro abrazos al día para sobrevivir; y que requiere de dar ocho más para sentir la energía de la vida.
Y nada más cierto que esa singular receta de ‘abrazoterapia’.
Porque el abrazo, cuando es sincero, cuando no es morboso y, sobre todo, cuando es recíproco, tiene la medicina precisa para curar el cuerpo y el alma.
No se trata sólo de estrechar entre los brazos a alguien como expresión de cariño; es rodear, es decirle a esa persona: “aquí estoy y cuente conmigo”.
El abrazo es calor, es amistad, es apoyo, es ternura y es amor.
De manera desafortunada nos acostumbramos a dar abrazos sólo en ciertos casos específicos: cuando se debe felicitar a alguien, cuando nos desbordamos en algún tipo de emoción, cuando sostenemos una relación de pareja o incluso en un funeral.
En nuestra sociedad, un tanto machista, es tan limitado el abrazo que es ‘raro’ que un hombre le dé uno de ellos a otro. Eso sólo se ve cuando el equipo de fútbol hace un gol; ahí sí llueven los abrazos.
El caso es que sólo abrazamos cuando estamos llenos de gozo o cuando estamos sumergidos en la más profunda tristeza. Y eso no está mal, todo lo contrario, qué mejor antídoto que el abrazo para calmar ansiedades.
Sin embargo, no debemos olvidar que abrazar nos sirve para recargar baterías. Cuando usted da un abrazo sincero, es portador de una sana energía y, por supuesto, se fortalece.
Abrazar alimenta más que la comida, sana más que una medicina, consuela más que una voz de aliento. Y ha de saber que, no hay nada más económico que un abrazo.
Practique la ‘abrazoterapia’ con su hermano, con su esposa, con sus hijos y con sus amigos; ¡claro! hágalo de una manera desinteresada y aleje el morbo. Incluso, todos los días usted mismo se puede dar un abrazo. Notará que los resultados pueden ser espectaculares.
¿Qué se logra con este ejercicio?
Confianza, protección, seguridad, valor; y para los enfermos, es sinónimo de sanación.
¿Ha ido alguna vez a un asilo?
Si lo hace, dele un abrazo a un anciano. Por muy frágil que ese ser esté, notará el calor, la fuerza y la calidez de ese acercamiento.
El abrazo irradia una grandiosa y estable autovaloración de lo que somos. Además, con él nos animamos y podemos resistir lo que se nos presente.

viernes, 22 de octubre de 2010

POR QUÈ NOS ENFERMAMOS?

Entrevista al Dr. Jorge Carvajal
Médico Cirujano de la UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Pionero de la Medicina Bioenergética


¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La Salud y Las Emociones

¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas,reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad,resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas,porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿ Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época.El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta ydespierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.
Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. pero no es por amor,es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar,porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro.Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

domingo, 17 de octubre de 2010

Aceptar lo que fue

Uno tiende a creer que ha sido el único. El único que ha hecho las cosas TAN mal. "¿Cómo pude ser tan estúpido como para elegir ese camino?". "¿Por qué tardé tanto en darme cuenta?". "Sólo yo pude haber sido tan ignorante (cobarde / ingenuo / hiriente / mentiroso... y un largo etcétera...)". Sobre todo cuando vamos llegando a la mitad de la vida, el balance de nuestras acciones suele arrojar un saldo alarmante en cuanto a nuestros yerros. Entonces ponemos en duda si realmente somos personas inteligentes, si podríamos haber evitado semejante necedad, si somos poco menos que dementes como para haber tenido un criterio de realidad tan desatinado...

No es nuestra intención consolarle. Sólo queremos avisarle que NO: Ud. no es el único. Es más: igual visión de sí la describen quienes han tenido mayor lucidez dentro de la especie humana. Hasta el mismo Dante comienza su "Divina Comedia" diciendo: "En el medio del camino de la vida / yo me encontraba en una senda oscura / en que la recta vía había perdido". Y allí comienza a transitar paraísos, purgatorios e infiernos: a partir de su propia confusión. Ese "medio del camino" es, justamente, la edad en que uno empieza a ser más objetivo consigo mismo. Y se enoja consigo y con lo que vivió. Con lo que hizo y con lo que no hizo. Puede que llegue a un nivel de dureza en el autojuzgamiento como tal vez jamás haya tenido para con nadie! De allí es que viene la palabra "remordimiento": volver a morderse a sí mismo, una y otra vez. ¿Hasta cuándo? La respuesta es: hasta morir. Pero no hasta que muera el cuerpo: morir a lo que fuimos, a lo que no hicimos, a lo que hicimos mal, a lo que "tendría que haber sido". Ese "morir" es aceptar lo que SÍ FUE. Y apreciar nuestro esfuerzo por comprender, a pesar del error. En esa aceptación está el cese del sufrimiento. Y se llega a ella no mágicamente, sino como fruto de un proceso.

En ese punto, es posible que nos dé descanso comprender que nuestra alma (o, como le llaman en Oriente, nuestro Atman, nuestra porción de lo Sagrado) necesitó de tanto desacierto, -y de tanto acierto!- para roturar nuestra coraza externa y emerger, como la semilla en la tierra. Entonces, los desaciertos se convierten en el abono de la modestia y, junto con los aciertos, pueden señalar por dónde es la otra mitad del camino. Desde esa modestia, quizás logremos dejar de querer controlarlo todo, de querer ser perfectos, y permitir en cambio que esa porción de lo Sagrado sea quien direccione nuestra vida... atentos a que vendrán nuevos desaciertos! Pero será menos difícil capitalizarlos, sin re-mordernos (que a esa altura ya sería mero sufrimiento inútil)

viernes, 15 de octubre de 2010

La Culpa

La culpa no es una manera natural de comportarse es una reacción emocional aprendida, que solo puede utilizarse cuando la victima le muestra al explotador que es sensible a la culpabilidad.

Empieza a mirar el pasado como algo que jamás puede modificarse, sientas lo que sientas respecto a el.

"Se acabo ya paso"
Cualquiera que sea la culpa que escojas, no te servirá para cambiar al pasado.

Graba este mensaje en tu Conciencia "Mi sentimiento de culpabilidad no cambiara el pasado ni hará que yo sea una persona mejor.
Este tipo de enfoque te ayudara a diferenciar la culpabilidad del conocimiento que puedas sacar al pasado, solo puedes hacer las cosas diferentes "hoy, en el presente".

"No repitas en el presente, lo que tu actual "YO" reprueba y rechaza.

Pregúntate a ti mismo lo que estas evitando en el presente por culpa del pasado.

Al trabajar en este sentido eliminaras la necesidad de culpa.

Empieza a aceptarte en ti mismo cosas que tu has escogido pero que le pueden disgustar a cierta gente.

Cuando este seguro de algo no dejes que te convenzan de lo contrario, sigue hacia tu objetivo salvo que las pruebas o resultados te demuestren que estas equivocado.

Aun si tus padres, jefe, vecinos o incluso tu conyuge toman una posicion contraria a la tuya en algo que tu puedes pensar que es muy natural.
Aprende a ser asertivo, aprende a respetar a otros y enseñarles a que tambien te tienen que respetar a ti en tus decisiones.

"trata de enseñarles a las personas que tienen que ver con tu vida y que tratan de manipularte por medio de la culpa, de que tu eres muy capaz de enfrentarte con las desilusiones que les provoque tu comportamiento.
El resultado tardara en llegar pero el comportamiento de aquella gente empezara a cambiar cuando vean que no te pueden forzar a sentirte culpable.
Una vez que logres desconectar la culpa, la posibilidad de manipularte y controlarte emocionalmente habra desaparecido para siempre.

La culpabilidad no es mas que una inutil perdida de tiempo.

Asi desconecta el mecanismo de culpa por que nadie tiene que controlarte y manipularte emocionalmente.

No hay nada mejor que la sabiduría y la fuerza interna para aceptar con serenidad todo lo que no puede ser cambiado usando la asertividad y pro actividad sin asociaciones negativas del pasado.


1- Yo hago lo mío y tu haces lo tuyo.
2- No estoy en este mundo para llenar tus expectativas.
3- Ni tu estas en el mundo para llenar las mías.
4- Tu eres tu y yo soy yo, Ella es ella y yo soy yo cada ser es único diferente y muy especial imposible de comparar.
5-Si casualmente nos encontramos será hermoso si no, no importa.


La finalidad de la culpa es bajar la Autoestima de la persona.

Cuando las personas quieren que seamos como ellas y no como queremos ser nosotros mismos,
Cada ser es dueño de su propia vida.

miércoles, 13 de octubre de 2010

martes, 12 de octubre de 2010

Reflexiòn

Recibí de la naturaleza mi cuerpo y mis emociones;
es absurdo que me censure por estar asustado,
por sentirme inseguro, egoísta o vengativo.

Hacerlo es como enojarme por el tamaño de mis pies.

No soy responsable de mis sentimientos
sino de lo que hago con ellos.

No hay sentimientos destructivos,
sólo hay actos destructivos.

Mis acciones pueden volverse destructivas
cuando condeno o rechazo mi sentir.
Si no quiero sentir de un cierto modo
ignoro el hecho de que realmente me siento así
y que ese sentir es parte de mí.

Sentir de un cierto modo es un sentimiento,
el no querer sentir así es otro,
y este último no es capaz de detener al primero.
Puedo modificar mi respuesta a un sentimiento,
pero no puedo desembarazarme de él
tal como no puedo deshacerme de mí mismo.

Cuando niego un sentimiento, no lo destruyo,
y pierdo mi capacidad de expresarlo como yo quiero.

Al condenarlo dejo de considerarlo parte de mí
y entonces parece adquirir vida propia,
forzándome a responder a él de un modo rígido;
pero si reconozco que 'yo'
vivencio el sentimiento,
mantengo mi capacidad de actuar
del modo en que elijo,
y no de la manera que temo."

Hugh Prather

lunes, 4 de octubre de 2010

INTRODUCCIÓN A LA LOCURA

"Ama loco, arráncate del barro,
sube como el humo enardecido
del día en el que vives pegajoso.
Arrójate al espacio en las esquinas,
sorprende a los normales irrumpiendo,
seméjate a los árboles de enhiestas torceduras,
escúchate en la noche prolongado.
Ama loco, golpetea corazones,
enciéndete de fuegos tremebundos,
cerroja los ojos exteriores de la carne.
Márchate, zambúllete que sí,
que puedes todo lo que quieres
que quieres más de lo que puedes.
Aliénate loco, anímate y verás
lo nunca visto, los misterios en escorzo.
Utiliza todo lo superfluo, lo inservible,
el sentimiento, la poesía porque sí.
No te quedes esperando, que no hay tiempo.
Levántate, que hay más de lo que crees,
que no dejas nada que te importe.
No rodees de miseria tu locura,
salta, salta. que el mundo es poca cosa,
que es gran cosa desde adentro.
Quema el corazón, bésalo en la boca
pues te sirve para el viaje hacia la noche.
Embólsate de estrellas los bolsillos,
escucha las entrañas palpitando
los jadeos trabajosos de los hombres.
Anda, llega lejos, alimenta almas,
quiere los rencores, los amores dolorosos
que valen, que valen vidas enteras.
Escupe miedos, fantasías, cansancios,
impúlsate, y sabrás lo no necesario.
Lo de siempre.
Lo de ahora para vos y para todos."

un poco de poesìa

"He descendido a mi yo más íntimo,
al profundo abismo de donde siento vagamente
que proviene mi capacidad de acción.
Y como me he alejado más y más
de las certezas convencionales
que iluminan superficialmente la vida social,
me di cuenta de que había perdido
el contacto conmigo mismo.

En cada escalón del descenso
fui descubriendo en mí
una nueva persona,
de cuyo nombre
no estaba demasiado seguro,
y que no me obedecía demasiado.

Y cuando detuve mi exploración
porque el camino se desvanecía bajo mis pasos,
encontré un insondable abismo a mis pies,
y saliendo de él,
-sin saber de dónde surgía-,
la corriente a la que me atrevo
a llamar
Mi vida."

Pierre Teilhard de Chardin

TU VIDA ES TU OBRA

Nos hicieron. Nos hicieron mal, bien, nos lastimaron, nos halagaron, nos usaron, nos amaron, nos desecharon, nos cuidaron, nos excluyeron, nos manipularon... Hemos sido la arcilla y los demás sus alfareros. Y hemos sido a su vez inconscientes alfareros de otros. Muchísima gente vive y muere así: hecha por los demás (padres, maestros, jefes, parejas, el gobierno, la publicidad...). Pero hay otra gente también: la alfarera de sí misma. Quien en algún punto vio cómo estaba hecho por los demás, e hizo de eso su propia arcilla. Como si fuera una pelota de plástico hundida por patadas o puñetazos, que un día dijo: "Basta!". Y juntó tanta fuerza desde su centro que comenzó a expandirse, hasta ir recobrando su digna esfereidad: aquello que nació para ser. Todos somos pelotas abolladas. Pero quizás la abolladura cobre pleno sentido si se convierte en una invitación para que la pelota active su centro y lo despliegue.

Para eso hace falta un acto esencial: renunciar a quienes no somos, a lo que no tuvimos, a lo que habríamos querido que fuera, reclamándole al pasado. La arcilla es lo que hay, no lo que "tendría que haber habido". Una persona así ya no aspira a cumplir con un ideal de sí misma (lo cual siempre es frustrante y equívoco), sino a descubrir quien realmente es, y aprovechar lo mejor de sí, haciendo de ello el sentido de su existencia. D. T. Suzuki (uno de los principales difusores del Zen en Occidente) los definió como "artistas de la vida": su obra no es necesariamente un poema o una pintura, sino lo que hacen con lo que la vida les dio. Van gestando su libertad interna con paciencia, con dedicación, con tanta pasión y desvelos como cualquier artista plasma su obra. Pero el logro principal, en este caso, no es la resultante final, sino el acto mismo de trabajar sobre sí.

Y el artista de la vida sabe que no todo saldrá como habría querido. Que al decidir hacerse desde adentro se encontrará con las consecuencias de decisiones que tomó cuando él era aún "los demás". Entonces procurará transformar esas situaciones aparentemente inmodificables en cincel para su auto-escultura: aceptará ser pulido por su aspereza, o ser lustrado por su suavidad. Quizás pueda hacerlo de a ratos, y a veces se sumerja en renegar de lo que es. Pero conservará, muy íntimamente, algo innegociable: el Intento (como le llamaba Castaneda). El Intento de ser lúcido, de ser fiel a sí mismo con la mayor lealtad de la que sea capaz. Sólo así se es autor de la propia vida, y deja uno de actuar los libretos que escribieron los demás. Suzuki lo dijo así:

“No puede esperarse que todos seamos científicos, pero estamos constituidos de tal manera por la naturaleza que todos podemos ser artistas; no, por supuesto, artistas especializados, como pintores, escultores, músicos, poetas, etc., sino artistas de la vida. Esta profesión, "artista de la vida", puede sonar a algo nuevo y raro, pero en realidad todos nacemos artistas de la vida y, sin saberlo, la mayoría de nosotros no logramos serlo y el resultado es que hacemos un desastre de nuestras vidas... [...] Los artistas de cualquier tipo tienen que usar uno u otro instrumento para expresarse, para mostrar su capacidad creadora en una u otra forma. El escultor tiene que tener piedra, madera o yeso, y un cincel o algún otro instrumento para imprimir sus ideas sobre el material. Pero un artista de la vida no necesita salirse de sí mismo. Todo el material, todos los implementos, toda la capacidad técnica que se requieren ordinariamente, están dentro de él desde que nace, quizás aún antes de que sus padres le dieran la vida. [...] En esa persona, cada uno de sus actos expresa originalidad, capacidad creadora, su interioridad viva. No hay en ello convencionalismo, conformidad ni motivación inhibitoria. Su conducta es como el viento que sopla donde quiere. No tiene un yo encasillado en su existencia fragmentaria, limitada, restringida, egocéntrica. Ha salido de su prisión. Uno de los grandes maestros zen de la época T´ang dice: 'Un hombre que es dueño de sí mismo dondequiera que se encuenttre se comporta con fidelidad a sí mismo.´ A este hombre es al que yo llamo el verdadero artista

domingo, 3 de octubre de 2010

Psiconeuroinmunologia

LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA
Esta es una entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.

Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente

Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)
IMA SANCHÍS - 18/10/ 2004

- Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?

-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

- ¿Psiconeuroinmunobiología?

-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

- ¿De qué se trata?

-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

- ¿Qué tipo de cambios?

-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?

-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

- ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?

-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
- ¿Dice que no hay que ser razonable?

-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.

- Exagera.

-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretacion de la realidad.

- Más recursos...

-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?

-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".

-¿Seguro que no exagera?

-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?

-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse
un 80%.

- ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?

-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

- ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.

- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.

-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.

- Deme alguna pista.

-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.

- Ver lo que hay y aceptarlo.

-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

lunes, 13 de septiembre de 2010

PROBARSE A SI MISMO

Algunos sabios de la antigüedad utilizaban una expresión impregnada de hondura: Camino de Probación. Su significado alude al despliegue interno que se genera en quien decide enfrentar el dolor para volverse una persona más lúcida, más compasiva, más íntegra... Convertirá la ocasión en un instrumento que le permita penetrar más allá de lo superficial de sí mismo y saber de qué está hecho, cuál es su verdadera naturaleza, qué rincones internos aún desconoce; como quien prueba una fruta luego de haberla calado hasta su pulpa, se probará a sí mismo: ¿cuál es su real grado de madurez?; ¿cómo es el sabor de su propia dulzura, la aspereza de su propio amargor?...

El tiempo de adentrarse en la Prueba y transitarla suele resultar árido y de una extraordinaria soledad (aunque otros nos acompañen). El evento disparador puede ser una enfermedad, un accidente, una muerte, una separación, el exilio... pero también podría serlo un proceso íntimo hasta cierto punto independiente de los eventos externos: el hacer contacto con viejas heridas que insistentemente emergen en el pecho, o el confrontar rasgos nuestros que habíamos evitado ver, el decir "basta" a situaciones de comodidad en las que nos habíamos sobreadaptado, o el VER lo que durante mucho tiempo negamos obstinadamente...

Como en las leyendas, nadie puede atravesar la oscuridad del bosque en nuestro lugar; y uno de los principales riesgos de esta travesía es susurrarse a sí mismo que no se trata de UN TRAMO de la vida, sino que TODA nuestra vida es, fue y será así. ¡Cuidado! Dar cabida a este hechizo del pensamiento podría ser fatal. En cambio, si estamos despiertos hallaremos una zona interna que es capaz de no perder la serenidad, y de reconocer las ayudas que puedan aparecer. Quien se dispone a extraer conocimiento del dolor, se sorprenderá al encontrar recursos impensados, dentro y fuera de sí, que le permitan salir hacia la luz. Y quizás luego recordarle a otros que ninguna oscuridad es definitiva si se sigue en el Camino.

la cabeza nos puede enfermar

En tu cerebro hay un dispositivo que puede salvarte la vida... o arruinártela. Su funcionamiento sano da lugar a algo que, aunque suene a sabiduría adquirida, en verdad nos viene escrito en el instinto: la prudencia. Esta palabra viene de "pro-videncia": "ver por adelantado lo que podría suceder" ("pre-ver", "pre-venir"). Tal anticipación permite que tomemos medidas para, eventualmente, protegernos. PERO... aunque todos los animales tienen este dispositivo, en el mamífero humano sucede algo especial: la capacidad de imaginación puede DESAJUSTAR su mecanismo, creando así auténticas películas de terror de las que somos guionistas... y desesperado público.

En mecánica, si una pieza queda suelta, moviéndose sin sentido, se dice que "gira loca". De allí la aplicación de este término a lo psicológico. Cuando los miedos utilizan el combustible de la imaginación... arden! Y el mecanismo instintivo auto-protector "se vuelve loco". Además, con diversos intereses ocultos o no, algunos difusores sociales, en vez incentivar a la prudencia son propulsores del miedo, con datos incorrectos, estadísticas parciales, rumores sin confirmar, profecías paralizantes... Así se vuelven directores de nuestra aterradora película, agregándole efectos especiales, personajes siniestros y un guión fatal. ¿Resultado? Ya NO prudencia, sino conductas compulsivas que nos impiden ser eficaces, solidarios, y genuinamente auto-cuidadosos.

Esto genera lo que llamamos stress por imaginación sobreestimulada. Las Neurociencias saben que cada imagen aterradora auto-creada segrega las mismas sustancias internas que una amenaza real, enfermándonos. Necesitamos gestar momentos de SILENCIO y QUIETUD que nos desintoxiquen de esa polución interior. Así podremos ejercer lo que los orientales llaman Viveka: la capacidad de discernir. Qué temores nacen de nuestra imaginación desbordada? Cuándo minimizamos lo que sucede y cuándo estamos siendo sensatos? Quiénes nos ayudan a tomar recaudos inteligentes y quiénes a confundirnos? O sea: calmar a nuestro animalito interno asustado para que el miedo en sí mismo no resulte un virus psicológico.

martes, 31 de agosto de 2010

EL MAL HUMOR

En la vida siempre tenemos que tomar decisiones y depende de lo que hagamos así viviremos; bien o mal.
Todos podemos tener nuestros momentos de mal humor que se consideran totalmente normales, siempre y cuando no sea una conducta habitual.
Si el mal humor se instala en forma permanente en nuestra conducta y comienza a ser algo más que circunstancial, deberíamos conocer las causas y hacer algo al respecto.
Sepamos que mantener el buen humor nos hace un bien enorme a la salud física y mental.
En diversos estudios médicos realizados se han comprobado que vivir de forma positiva frente a las situaciones favorece la liberación de la endorfina, sustancia que causa bienestar.
El estado de ánimo malhumorado se caracteriza por ver el lado negativo que suelen tener las cosas, por ejemplo viendo siempre el vaso medio vacío en lugar de medio lleno.
Aquel que vive de forma tensa, irritado, pesimista y malhumorado libera adrenalina, no adrenalina y corticoide, sustancias esas que provocan la caída en la inmunidad, teniendo en vista que la descarga de esos elementos en el organismo causa una disminución en la producción de glóbulos blancos.
Esta forma de ser puede tener o no motivos que la generan. Si los hubiera, lo mejor es intentar descubrirlos para modificar las consecuencias que puede provocar en las relaciones interpersonales y en el propio desarrollo.
Por otro lado, nos está señalando una personalidad con cierta tendencia depresiva, agravada por determinadas situaciones de la vida que por alguna razón no puede resolver.
Es un hecho que casi todos tengamos que atravesar por problemas que nos producen sufrimiento. La cuestión no es tanto resolverlos como conocerlos y aprender a vivir con ellos lo mejor posible.
Cualquier problema puede tener solución pero a veces esa solución se convierte posteriormente en otro problema aún más grave; por lo tanto, es necesario aceptar que eventualmente tendremos que enfrentar los contratiempos y disgustos que esas situaciones no puedan deparar.
Tengamos la certeza de que el mal humor nos cierra muchas puertas. La persona mal humorada está permanentemente con la expresión cargada, de amargura, tiene siempre una respuesta agresiva o de desdén para con los otros.
Esa actitud hace que las personas que viven a su alrededor pasen a evitarla. El mal humor aleja de nosotros todo lo que es bueno, más en compensación atrae todo lo que es negativo. El que vive malhumorado, su vida para él es un peso, un trastorno donde nada es cierto, todo se le torna oscuro y sombrío a su alrededor.
Algunas veces llamamos problemas a ciertos desafíos que la vida nos impone y que no son más que oportunidades para evolucionar y no quedarnos estancados.
Otras veces, llamamos problemas a situaciones comunes de la vida, dándoles una connotación trágica que no se merecería si aceptáramos que son inevitables.
No hagamos de las dificultades motivos de sufrimiento, más saquemos de todo una lección, un aprendizaje. El dolor es muchas veces inevitable, más el sufrimiento es opcional.
La mayoría de las veces los malhumorados no tienen mayores motivos para su estado de ánimo. Les molesta la compañía pero por otro lado se quejan porque están solos, se aburren pero no tienen ninguna iniciativa, viven contando sus problemas pero son incapaces de escuchar a los demás, critican a todos porque ven la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio; están desconformes con el gobierno, con su familia, con su trabajo y por supuesto ven todo negro.
Se trata por lo general de personas eternamente desconformes, intolerantes e individualistas que no pueden ser felices de ninguna manera y que con su mal humor canalizan sus energías negativas provocadas por sus desequilibrios emocionales y lo han convertido en un hábito.
Estas personas son muy difíciles de tratar porque creen tener siempre la razón. Poseen una visión pesimista del mundo y están convencidas plenamente que estamos todos al borde del abismo, que se aproxima el Apocalipsis y que es inútil cualquier intento para evitarlo.
Para ellas todo está a punto de estallar y sólo es cuestión de esperar que alguien apriete el detonador.
Sigmund Freud diría que el mal humor es un síntoma de represión de la libido sexual, que no necesariamente siempre se refiere a lo genital, sino a toda la sexualidad entendida como instinto de vida, al no lograr expresarse para participar creativamente en un medio social. El Psicoanálisis podría permitir revelar el trauma, que una vez consciente ayudaría a canalizar lo reprimido adecuadamente.
Otras fuentes lo llamarían vacío existencial o discapacidad para adaptarse a los cambios y para crecer y la terapia desde este enfoque podría ayudar a cambiar la percepción y ver la realidad desde una perspectiva más amplia.
En tanto que para los conductistas sería un condicionamiento adquirido que es necesario desaprender para adquirir otros nuevos más adaptativos.
El mal humor es un defecto de carácter que produce conflictos de relación, discordia familiar e infelicidad, y lo más grave de este modo de ser, es que es contagioso.
Hay personas que se complacen en cultivar el mal humor, es una característica de su personalidad, pues con el mal humor, tratan de imponerse a los otros con su rispidez, prepotencia y empatía, pensando que actuando así conseguirán el respeto y el temor de aquellos que con él conviven. Esas personas no perciben que acaban siendo víctimas de su mal humor, pues además de atraer para si todo lo que es negativo viven enfermas física y psíquicamente. Sienten dolores por todo el cuerpo, el hígado funciona mal, la digestión es pésima, tienen dolores de cabeza terribles, además de una baja inmunidad, están sujetas a varias dolencias e infecciones.
Generalmente son solitarias también, pues apartan a todos de sí.
Busquemos actuar y tener pensamientos volcados para la paz, la alegría, la confianza, la amistad, la solidaridad. Seamos simpáticos con nuestro prójimo, usando siempre la empatía, o sea, coloquémonos en su lugar y hagamos por nuestro prójimo todo aquello que nosotros desearíamos que ellos hiciesen con nosotros.
Con pensamientos y actitud de alegría, deseos de ser útiles, con la práctica de la caridad con nuestro prójimo, sentiremos un bienestar tan grande, que solo tendremos razones para sentirnos saludables física y mentalmente.
Confiando siempre en el amparo Divino que jamás nos faltará. Nuestro Padre Celestial nos creo para que vivamos con alegría. Por eso no debemos dejarnos contaminar por el mal humor, pues los más perjudicados seremos nosotros mismos. Ya que crearemos dolencias, a veces de difícil cura.
No olvidemos que las dificultades son transitorias, y que forman parte de nuestro aprendizaje para el cual venimos a ejercitarnos en la Tierra.
Mantengamos el buen humor en todas partes, en cualquier situación, no dejándonos envolver por sentimientos inferiores y nuestro cuerpo físico lo agradecerá inmensamente.
Actuando así, nuestro cuerpo se tornará leve y una inmensa paz inundará nuestro ser, creando el cielo dentro de nosotros.

sábado, 28 de agosto de 2010

UNA VISION MAS PROFUNDA DE LA FELICIDAD( Entrevista)

Por: JOSE RAFAEL QUESADA JIMENEZ


1- ¿Qué es lo que hace que una persona se sienta feliz?

A mi modo de ver las cosas, me parece que es la coherencia personal, la que le permite no estar dividido y esa unidad lograda, le transmite esa sensación de felicidad. Creo que los grandes momentos de las personas o de la vida de una persona, tiene que ver con esa sensación de logro (que ahora llaman éxito), de crecimiento interno, de alcance de objetivos (casarse, terminar la maestría, construir una casa, cerrar un conflicto, pagar una deuda, comprar el auto nuevo, ser solidario con alguien, resolver un problema social, caer en cuenta de algo que me tenía pensando sin resolver, que nazca un hijo, ayudar a envejecer a los padres, cerrar con su muerte en paz con ellos y con uno mismo, y muchas más).

Y algo más es que cuando una persona o uno mismo logran ciertas certezas sobre la vida, se alcanza un nivel de felicidad para decirlo de alguna manera. También esto tiene que ver con otras superaciones en la vida, como sería superar el dolor físico (enfermedades, cuando se ha tenido hambre, un desequilibrio físico), o el dejar de sentir sufrimiento (frustraciones, ansiedades, temores, inseguridades, falsas creencias, conflictos, sin sentido, el temor a morir, etc.); de forma que superar esas cosas o dejar de sentirlas porque ya no están, son formas de ser feliz o de no sufrir para verlo por este ángulo.

En general me parece que cada persona tiene una imagen de la felicidad y cuando van apareciendo sus propias creencias o certezas, comienza a perseguirlas hasta alcanzarlas o seguir intentando alcanzar hasta la propia finitud de su vida. Si preguntara a cada quien como lo haces en este momento, para tu doctorado, me parece que encontraremos muchas “ideas” o imágenes de la felicidad

2- Y el dinero o tener cosas materiales, tiene alguna relación con el ser feliz?

Me parece que aquí estamos ante otro conjunto de creencias personales de cada quien. Si para alguien comprar un carro, o una casa, o guardar dinero en el banco, le da seguridad o satisfacciones, que a mi modo de ver son efímeras, pues estamos ante una fuente de felicidad o de sufrimiento.

Las cosas materiales te permiten (opinión personal supongo), estabilidad, tranquilidad, sensación de seguridad, y seguro esto te puede dar tiempo libre, para tener ocio, disfrutar a tus seres queridos, estudiar, superar condiciones que quitan libertad, orientar tu tiempo en la dirección que quieras, etc.; esto seguro también que te dará tiempo para pensar y reflexionar si logras las herramientas y la dirección de hacerlo.

También hemos visto como muchas veces la acumulación de cosas materiales o de dinero, mete la vida de la gente en círculos viciosos sin final, que no termina sin seguir buscando más cosas materiales. Y no se les ve satisfechos nunca, o casi nunca y parece que la acumulación tampoco rinde tanto beneficio. Sin embargo volvemos, esto crea condiciones diferentes para vivir y contribuye con el alcance de las creencias (no es lo mismo no tener casa que tenerla, y tener una con comodidad y equipamiento a no tenerla con todas esas cosas. No es lo mismo tener acceso a la medicina o no tenerlo y ver sufrir a un familiar).

3- ¿La educación y la salud tienen alguna relación con la felicidad? ¿en qué sentido? ¿Cómo?

Bueno siguiendo en la misma dirección de argumentos, podemos decir que la salud es un “bien” o un estado físico de tu cuerpo. Si no puedo salir porque mis piernas no me lo permiten tengo una limitación en la búsqueda de mis objetivos.
Si mi vida se acorta por no tener salud, no alcanzo mis fines existenciales, y no alcanzo la felicidad que buscaba.

No es lo mismo nacer con una expectativa de vida de 40 años en un país pobre o una de 90 años en un país desarrollado.

Entonces si tengo buena salud puedo disfrutar las sensaciones que me producen diferentes momentos que considero felices.

Aunque tendremos que estar claros que las generaciones tienen sus propios modelos de creencias sobre este y otros temas; con lo que podemos decir que no es lo mismo tener una larga vida saludable que una corta y enfermiza, llena de dolores que limitan mis ratos de ocio o de compartir con quienes me hacen sentir feliz.

Qué pasaría si la sociedad y la ciencia avanzan en la dirección de superar el dolor y hacer avanzar la medicina?, pues tendríamos cuerpos de mayor calidad y con posibilidades de vivir vidas más largas y de mucha calidad.

Bueno por ahí vemos una seria relación que a mi modo de ver es errónea, entre los conceptos de dolor y sufrimiento, que hace que no tener el primero superado, me produzca sufrimiento mental.

Imaginemos una persona a la que se le amputa su pierna, diciendo que perderla era inevitable pero que sigue su vida y rápidamente la vemos estudiando, trabajando, casándose y avanzando en un deporte; diferente a otra, que se queda con su silla de ruedas o su muleta, maldiciendo el momento o a quienes estaban a su lado cuando ocurrió el accidente, o reclamando a un dios por su desgracia y dolor. Pues aquí tenemos dos personas con imágenes diferentes de felicidad y con relaciones conceptuales diferentes para su propia vida.


4- ¿Ser feliz tiene alguna relación con tener un sentido de la vida?

Me parece que totalmente, porque “aclara” la dirección que tienen las cosas y te permite interpretar “todo” lo que ha ocurrido, ocurre y te puedas proponer ocurrir en la existencia.

Comúnmente uno observa a alguien que tiene una “conversión” en cualquier cosa, un sentido religioso, esotérico, deportivo, docente, etc., y vemos a esta persona cambiar en forma radical su vida (no hace lo que hacía antes, resuelve sus principales conflictos y sobre todo actúa en forma diferente), se le observa satisfecha, con cierta tranquilidad y a veces hasta logra exasperar a los demás por su profusa y nueva seguridad en sí misma; porque en algunos caso la persona se convierte también en alguien capaz de decir que su verdad es única y es necesario que los demás también la crean.

Pero en general se le ve feliz, con una nueva dirección en la vida y sobre todo con cierto dejo de tranquilidad y satisfacción, que las hace nuevamente diferentes con su nuevo sentido.

En mi experiencia puedo decir que no he tenido una conversión de esas de un día a otro, pero si puedo hablar de un proceso de acumulación de experiencia, de caídas en cuenta, de llegada a nuevas certezas y sobre todo, a encontrar un sentido en mi vida, que incluso la trasciende y eso hace que tome decisiones con este “marco de trabajo” en mi vida. Esto también ha contribuido en que aumente mi sensación de seguridad, he modificado mis valores quizás hacia “valores universales”, y podido entender un poco más el significado de las acciones en mi vida y con ello aumentar en coherencia.

Entonces cuando logro ser coherente (sentir, pensar y actuar en una misma dirección) y soy coherente al hacer y enfrentar conflictos, o tomar resoluciones, he podido sentir mucha satisfacción y alegría en diferentes momentos. Qué además comienzan a acumularse, a sumar más actos coherentes y satisfactorios o felices; donde esta acumulación produce más fuerza para producir más actos de este tipo, que luego aumenta la felicidad o la sensación de felicidad por esta sucesión de actos coherentes y felices.



5- ¿Cuál es su sentido de la vida? ¿Qué es lo que le da sentido a su vida, de tal forma que le da gusto vivir?

Mi sentido es el de humanizar la tierra, es decir vine a este planeta y a esta vida para humanizarme, para convertir mi vida en un espacio de transformación personal y social, en la dirección de ser un ser humano consciente y capaz de transformar mi propio entorno y el que pueda influir en esta dirección.

Me da sentido producir transformaciones para que mi vida, mi entorno, el país, el planeta sean lugares más dignos de vivir y de estar; esto abre el futuro y me permite comprender y realizar acciones en esa dirección. Así las cosas, puedo imaginar el futuro que quiero para mi y mi gente y con esta imagen salir a realizar acciones que ayuden a construir este mejor futuro.

Incluso mi vida de pareja, trabajo, estudio, amigos, hijos, mi comunidad, se ven influidos por este estilo de vida que desarrollo a partir de este sentido y conjunto de valores que lo acompañan. Ejemplo, si me ubico como estudioso de la ciencia, lo hago para producir mayor bienestar a los que me rodean y a uno mismo, porque a la postre todo me beneficia también.

¿Si ayudo a investigar con mi conocimiento o mis recursos, la cura del cáncer, cuanto beneficio traigo a tanta gente y cuánto puedo aumentar la calidad de vida, si le quito este obstáculo a la salud de mi propio cuerpo?

¿Si con este punto de vista, con esta dirección y valores, logro mejorar la calidad de mis relaciones personales, cuánto beneficio traigo a tanta gente que me rodea?, y ¿cuánto beneficio me produzco por esto, en términos de que las otras personas que me rodean también avancen en su proceso de comunicación y relación personal? Sin dudarlo es mucho.


6- ¿Trate de relacionar la felicidad con los siguientes elementos:

o La esperanza

Me parece que la esperanza es una aspiración o una imagen correcta, para alcanzar niveles de felicidad esperados o deseados. Te mantiene en “dirección hacia” como una especie de certeza de que puede alcanzarse eso esperado. Da felicidad porque con mi conciencia me puedo imaginar disfrutando mi deseo de ser feliz, me puedo imaginar siendo feliz y hasta “practicar” en cómo serlo.

o El deseo

Los deseos también mueven hacia un objeto, mueven mi conciencia en esa dirección, quiero algo y todo mi aparato y equipamiento mental y afectivo, van tras ese algo o deseo.

El tema está en elevar el deseo, deseo felicidad o deseo más dinero para alcanzar lo que creo es mi felicidad; porque entonces estamos ante dos elementos: lo que creo que es la felicidad y lo que creo es lo que me permitirá alcanzar, y ahí sobran los instrumentos.

Una vez esclarecido esto, elevo mi deseo para afinar la imagen de lo que realmente quiero y puedo ocuparme de la mecánica o métodos para llegar a ella.

o La motivación interna

Creo que la motivación interna está ahí siempre, y estos elementos que hemos conversado son parte de esa motivación. Es la parte emotiva o afectiva la que me permite moverme con pasión, con fuerza y convicción hacia algo. No podría buscar la felicidad o cualquier otro objeto sino tuviera esas imágenes afectivas que me mueven hacia ellas.

La felicidad es algo que motiva mucho, que hace que la persona o uno mismo, la quiera con fuerza. Porque también significa no sufrir más, es mejor tener ese estado prometido, para el que lograrlo significa esforzarme y trabajar internamente por ello. Digamos que sin motivación interna no es posible avanzar en la búsqueda de la felicidad.

Incluso hay personas que dejan de buscarla, resignados a partir de valores como eso se consigue después de la muerte, y eso acaba con la motivación interna. Es una forma de detener a partir de la destrucción de la motivación interna.

o Elementos externos

Siguiendo por lo dicho en el párrafo anterior hay elementos externos que sirven para detener la búsqueda de la felicidad y otros que ayudan a buscarla.

Y el otro elemento o conjunto de elementos externos que pueden incidir en la búsqueda de la felicidad, están los ofrecidos por el sistema de creencias imperante, o de la religión oficial y hasta de la oferta del mercado que ofrece la felicidad como parte resultante del consumo de cosas o artículos.

Es así como esta oferta genera la ilusión del alcance de la felicidad, a partir de definirla como la adquisición de tales elementos. Y te venden la felicidad como si fuera un artículo más, que se compra y hasta se intercambia. Pero además te la venden y ofrecen en todos los medios de comunicación y de mercadeo posibles.
Es cierto que los objetos, herramientas y otros artículos, ofrecen comodidad, facilidad para la vida pero no dan la felicidad, como bien parece decirnos el sentido común; pero no termina la cuestión ahí.

o La alegría de vivir

Esto parece ser una creencia básica, que parece también expresar un estado mental, una forma de generar una imagen asociando el buen humor, los momentos alegres con permanencia en la vida.

Por supuesto también que un estilo de vivir, de enfocar la existencia puede incidir en crear un “clima” vital cotidiano, para enfrentar problemas y conflictos. Así como permite definir una actitud general ante las cosas, relaciones, administración del tiempo y de las actividades diarias o de futuro.

También es una propuesta de búsqueda de la felicidad, la vincula, porque está asociada directamente la alegría a la felicidad, al no sufrimiento y al no portar tristeza como clima general negativo en mi vida.

o La satisfacción

Esto de satisfacer de resolver cosas, de quedar contento con los resultados de una acción que emprendida por la persona. Es un hecho que es resultante de la búsqueda para lograr algo y si lo que se busca es la felicidad, el lograrla o llegar a momentos de felicidad produce esa sensación de estar completo o de logro.

Como en el caso del hambre, lograr comer es el acto que cierra el proceso y esto significa que el cuerpo responderá con satisfacción porque el mecanismo del sistema digestivo ordena a la conciencia que ya fue suficiente por el momento. Aquí la satisfacción opera como un sensor que indica a la conciencia que se terminó de efectuar el acto de comer. Qué más tarde aparecerá nuevamente la insatisfacción o hambre nuevamente, porque el cuerpo necesita más energía y se repetirá la búsqueda y el conjunto de acciones para resolver.

Eso en las necesidades básicas, pero cuando hablamos de sentimientos o de necesidades de otros tipos, estamos hablando de otras acciones. Tal es el caso de la necesidad de tener pareja, y bueno se inicia un proceso de búsqueda hasta conseguir el objetivo y aparece la satisfacción; que si dura un tiempo y necesita realimentarse es otra cosa, pero en lo inmediato apareció esa sensación.

La felicidad produce satisfacción porque se alcanza, parece. Pero es importante para la persona el no sufrir, el tener sensaciones de alcance de objetivos, de logro de otro estado superior y más agradable.