domingo, 24 de octubre de 2010

[71]el cuerpo humano al microscopio

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LA ANGUSTIA NO SIRVE PARA NADA

Cuando la angustia toca a nuestras puertas, nos quedamos atornillados. En lugar de eso, deberíamos ver la dificultad ‘frente a frente’ y asumir que debemos derrotarla en el menor tiempo posible.
Con relativa frecuencia nos ocurre que, en lugar de analizar fórmulas para finiquitar los dolores de cabeza, nos desesperamos y nos preocupamos más de la cuenta.
Al final estamos tan distraídos, que nos estancamos y no logramos identificar cómo salir del lío.
Antes de ver lo que realmente nos está pasando, agrandamos la situación. Lo malo es que tal forma de asumir la vida provoca incendios que queman el ánimo y hasta el suspiro más recóndito del alma.
Es por eso que desatamos tormentas en un vaso de agua y, sin quererlo, nos acostamos con las mangas de nuestro estado de ánimo totalmente deshilachadas.
¿Qué es lo que sucede?
Pues, que nos estresamos.
Por ver las cosas más grandes de lo que realmente son, el estudiante cree que no será capaz de pasar una materia; la novia celosa encuentra un rival en cualquier mujer que se le acerque a su pareja; y el empleado refleja en el rostro de su jefe una carta de despido.
Es como tener un espíritu hipocondríaco, el cual encuentra en un simple resfriado a una enfermedad terminal.
Es una pena admitir que ese ‘cáncer’ carcome muchas de las esferas de nuestras rutinas en la oficina, en la casa y, en general, en todo el entorno.
Si nos seguimos comportando de esa forma, muy pronto tocaremos fondo.
La verdad es que no podemos ir por ahí agrandando las cosas. Por eso somos tan celosos, tan inseguros, tan asustadizos y tan amargados.
La vida no puede resumirse a una fuente continua de aflicciones, cargadas de ideas pesimistas. No nos podemos embadurnar en un pozo inagotable de malos presentimientos, de supersticiones o de angustias injustificadas.
¡Bueno! Hasta aquí la radiografía del problema; pero, ¿qué hacer para no ahogarse!
La valentía y una mirada optimista al futuro son actitudes que pueden ayudarnos durante los malos momentos.
Si en la actualidad usted atraviesa por una tribulación, al punto que ha perdido la serenidad, no hay mejor antídoto que tener la certeza de que sus angustias se desvanecerán muy pronto.
Las tinieblas internas que casi siempre usted se crea, desaparecen ante los rayos solares de una mente positiva.
Empiece a sacar la basura de su corazón. ¡Deshágase de aquello que le produce malas energías y decida encarar la vida con dignidad!
¿Sabe una cosa?
Muchos pacientes de cáncer lo hacen. Enfrentan su enfermedad con firmeza; y les va tan bien que incluso logran derrotar a la quimioterapia y se sobreponen a este penoso estado de salud.
Ojo, esta no es una invitación a encender velas o a ponerse a rezar como ‘lora borracha’; tampoco tiene que visitar brujos.
Aquí la cuestión es de limpiar ese carro de estupideces que usted acostumbra a estacionar en su mente.
Si está viendo mal, póngase gafas y vea el problema tal cual es. Porque con la misma claridad que asume la dificultad, usted encontrará la nitidez precisa de la solución.
Tenemos particulares formas de ver las cosas; sin embargo, casi siempre somos fatalistas y nos arropa el concepto de que nada es seguro. La verdad es que las cosas son imprevisibles y por eso, cuando nos ocurre algo, no estamos preparados para asumirlo. Es ahí donde conviene tener una gota de serenidad.
MÁXIMA
Quien pierde la serenidad, en su atolondramiento es como el mosquito que, teniendo libre salida por la ventana, se enfrasca y muere estrellado contra el vidrio.
BELLA HISTORIA
La serenidad no es sólo un asunto a tener en cuenta durante los problemas; cuando estamos felices y todo nos sonríe, también nos corresponde tomar una gota de ella.
Analice la siguiente historia:
De un panal se derramó su deliciosa miel, y las moscas acudieron ansiosas a devorarla. Y era tan dulce que no podían dejarla. Pero sus patas se fueron prendiendo en el dulce y no pudieron alzar el vuelo de nuevo. Ya a punto de ahogarse en su tesoro, exclamaron:
- ¡Nos morimos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar todo en un instante de placer!
Consejo: tome las cosas bellas de su vida con serenidad; poco a poco, para que las disfrute de una manera plena y no se vaya a ahogar dentro de ellas.

SU MAJESTAD EL ABRAZO

Un viejo sabio decía que un ser humano necesita recibir, al menos, cuatro abrazos al día para sobrevivir; y que requiere de dar ocho más para sentir la energía de la vida.
Y nada más cierto que esa singular receta de ‘abrazoterapia’.
Porque el abrazo, cuando es sincero, cuando no es morboso y, sobre todo, cuando es recíproco, tiene la medicina precisa para curar el cuerpo y el alma.
No se trata sólo de estrechar entre los brazos a alguien como expresión de cariño; es rodear, es decirle a esa persona: “aquí estoy y cuente conmigo”.
El abrazo es calor, es amistad, es apoyo, es ternura y es amor.
De manera desafortunada nos acostumbramos a dar abrazos sólo en ciertos casos específicos: cuando se debe felicitar a alguien, cuando nos desbordamos en algún tipo de emoción, cuando sostenemos una relación de pareja o incluso en un funeral.
En nuestra sociedad, un tanto machista, es tan limitado el abrazo que es ‘raro’ que un hombre le dé uno de ellos a otro. Eso sólo se ve cuando el equipo de fútbol hace un gol; ahí sí llueven los abrazos.
El caso es que sólo abrazamos cuando estamos llenos de gozo o cuando estamos sumergidos en la más profunda tristeza. Y eso no está mal, todo lo contrario, qué mejor antídoto que el abrazo para calmar ansiedades.
Sin embargo, no debemos olvidar que abrazar nos sirve para recargar baterías. Cuando usted da un abrazo sincero, es portador de una sana energía y, por supuesto, se fortalece.
Abrazar alimenta más que la comida, sana más que una medicina, consuela más que una voz de aliento. Y ha de saber que, no hay nada más económico que un abrazo.
Practique la ‘abrazoterapia’ con su hermano, con su esposa, con sus hijos y con sus amigos; ¡claro! hágalo de una manera desinteresada y aleje el morbo. Incluso, todos los días usted mismo se puede dar un abrazo. Notará que los resultados pueden ser espectaculares.
¿Qué se logra con este ejercicio?
Confianza, protección, seguridad, valor; y para los enfermos, es sinónimo de sanación.
¿Ha ido alguna vez a un asilo?
Si lo hace, dele un abrazo a un anciano. Por muy frágil que ese ser esté, notará el calor, la fuerza y la calidez de ese acercamiento.
El abrazo irradia una grandiosa y estable autovaloración de lo que somos. Además, con él nos animamos y podemos resistir lo que se nos presente.

viernes, 22 de octubre de 2010

POR QUÈ NOS ENFERMAMOS?

Entrevista al Dr. Jorge Carvajal
Médico Cirujano de la UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Pionero de la Medicina Bioenergética


¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende
En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La Salud y Las Emociones

¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.
Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas,reprimidas.
El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar.
Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad,resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas,porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.

¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno. Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿ Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el "debería ser", y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época.El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta ydespierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.
Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente

¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.

¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.

¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora.
El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena. En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil. Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama.
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor. pero no es por amor,es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad. Pero a veces nos sentimos atados a un amor. Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego. Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.

¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar,porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate.. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti. La clave entonces es amarse a sí mismo. Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro.Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.

domingo, 17 de octubre de 2010

Aceptar lo que fue

Uno tiende a creer que ha sido el único. El único que ha hecho las cosas TAN mal. "¿Cómo pude ser tan estúpido como para elegir ese camino?". "¿Por qué tardé tanto en darme cuenta?". "Sólo yo pude haber sido tan ignorante (cobarde / ingenuo / hiriente / mentiroso... y un largo etcétera...)". Sobre todo cuando vamos llegando a la mitad de la vida, el balance de nuestras acciones suele arrojar un saldo alarmante en cuanto a nuestros yerros. Entonces ponemos en duda si realmente somos personas inteligentes, si podríamos haber evitado semejante necedad, si somos poco menos que dementes como para haber tenido un criterio de realidad tan desatinado...

No es nuestra intención consolarle. Sólo queremos avisarle que NO: Ud. no es el único. Es más: igual visión de sí la describen quienes han tenido mayor lucidez dentro de la especie humana. Hasta el mismo Dante comienza su "Divina Comedia" diciendo: "En el medio del camino de la vida / yo me encontraba en una senda oscura / en que la recta vía había perdido". Y allí comienza a transitar paraísos, purgatorios e infiernos: a partir de su propia confusión. Ese "medio del camino" es, justamente, la edad en que uno empieza a ser más objetivo consigo mismo. Y se enoja consigo y con lo que vivió. Con lo que hizo y con lo que no hizo. Puede que llegue a un nivel de dureza en el autojuzgamiento como tal vez jamás haya tenido para con nadie! De allí es que viene la palabra "remordimiento": volver a morderse a sí mismo, una y otra vez. ¿Hasta cuándo? La respuesta es: hasta morir. Pero no hasta que muera el cuerpo: morir a lo que fuimos, a lo que no hicimos, a lo que hicimos mal, a lo que "tendría que haber sido". Ese "morir" es aceptar lo que SÍ FUE. Y apreciar nuestro esfuerzo por comprender, a pesar del error. En esa aceptación está el cese del sufrimiento. Y se llega a ella no mágicamente, sino como fruto de un proceso.

En ese punto, es posible que nos dé descanso comprender que nuestra alma (o, como le llaman en Oriente, nuestro Atman, nuestra porción de lo Sagrado) necesitó de tanto desacierto, -y de tanto acierto!- para roturar nuestra coraza externa y emerger, como la semilla en la tierra. Entonces, los desaciertos se convierten en el abono de la modestia y, junto con los aciertos, pueden señalar por dónde es la otra mitad del camino. Desde esa modestia, quizás logremos dejar de querer controlarlo todo, de querer ser perfectos, y permitir en cambio que esa porción de lo Sagrado sea quien direccione nuestra vida... atentos a que vendrán nuevos desaciertos! Pero será menos difícil capitalizarlos, sin re-mordernos (que a esa altura ya sería mero sufrimiento inútil)

viernes, 15 de octubre de 2010

La Culpa

La culpa no es una manera natural de comportarse es una reacción emocional aprendida, que solo puede utilizarse cuando la victima le muestra al explotador que es sensible a la culpabilidad.

Empieza a mirar el pasado como algo que jamás puede modificarse, sientas lo que sientas respecto a el.

"Se acabo ya paso"
Cualquiera que sea la culpa que escojas, no te servirá para cambiar al pasado.

Graba este mensaje en tu Conciencia "Mi sentimiento de culpabilidad no cambiara el pasado ni hará que yo sea una persona mejor.
Este tipo de enfoque te ayudara a diferenciar la culpabilidad del conocimiento que puedas sacar al pasado, solo puedes hacer las cosas diferentes "hoy, en el presente".

"No repitas en el presente, lo que tu actual "YO" reprueba y rechaza.

Pregúntate a ti mismo lo que estas evitando en el presente por culpa del pasado.

Al trabajar en este sentido eliminaras la necesidad de culpa.

Empieza a aceptarte en ti mismo cosas que tu has escogido pero que le pueden disgustar a cierta gente.

Cuando este seguro de algo no dejes que te convenzan de lo contrario, sigue hacia tu objetivo salvo que las pruebas o resultados te demuestren que estas equivocado.

Aun si tus padres, jefe, vecinos o incluso tu conyuge toman una posicion contraria a la tuya en algo que tu puedes pensar que es muy natural.
Aprende a ser asertivo, aprende a respetar a otros y enseñarles a que tambien te tienen que respetar a ti en tus decisiones.

"trata de enseñarles a las personas que tienen que ver con tu vida y que tratan de manipularte por medio de la culpa, de que tu eres muy capaz de enfrentarte con las desilusiones que les provoque tu comportamiento.
El resultado tardara en llegar pero el comportamiento de aquella gente empezara a cambiar cuando vean que no te pueden forzar a sentirte culpable.
Una vez que logres desconectar la culpa, la posibilidad de manipularte y controlarte emocionalmente habra desaparecido para siempre.

La culpabilidad no es mas que una inutil perdida de tiempo.

Asi desconecta el mecanismo de culpa por que nadie tiene que controlarte y manipularte emocionalmente.

No hay nada mejor que la sabiduría y la fuerza interna para aceptar con serenidad todo lo que no puede ser cambiado usando la asertividad y pro actividad sin asociaciones negativas del pasado.


1- Yo hago lo mío y tu haces lo tuyo.
2- No estoy en este mundo para llenar tus expectativas.
3- Ni tu estas en el mundo para llenar las mías.
4- Tu eres tu y yo soy yo, Ella es ella y yo soy yo cada ser es único diferente y muy especial imposible de comparar.
5-Si casualmente nos encontramos será hermoso si no, no importa.


La finalidad de la culpa es bajar la Autoestima de la persona.

Cuando las personas quieren que seamos como ellas y no como queremos ser nosotros mismos,
Cada ser es dueño de su propia vida.

miércoles, 13 de octubre de 2010

martes, 12 de octubre de 2010

Reflexiòn

Recibí de la naturaleza mi cuerpo y mis emociones;
es absurdo que me censure por estar asustado,
por sentirme inseguro, egoísta o vengativo.

Hacerlo es como enojarme por el tamaño de mis pies.

No soy responsable de mis sentimientos
sino de lo que hago con ellos.

No hay sentimientos destructivos,
sólo hay actos destructivos.

Mis acciones pueden volverse destructivas
cuando condeno o rechazo mi sentir.
Si no quiero sentir de un cierto modo
ignoro el hecho de que realmente me siento así
y que ese sentir es parte de mí.

Sentir de un cierto modo es un sentimiento,
el no querer sentir así es otro,
y este último no es capaz de detener al primero.
Puedo modificar mi respuesta a un sentimiento,
pero no puedo desembarazarme de él
tal como no puedo deshacerme de mí mismo.

Cuando niego un sentimiento, no lo destruyo,
y pierdo mi capacidad de expresarlo como yo quiero.

Al condenarlo dejo de considerarlo parte de mí
y entonces parece adquirir vida propia,
forzándome a responder a él de un modo rígido;
pero si reconozco que 'yo'
vivencio el sentimiento,
mantengo mi capacidad de actuar
del modo en que elijo,
y no de la manera que temo."

Hugh Prather

lunes, 4 de octubre de 2010

INTRODUCCIÓN A LA LOCURA

"Ama loco, arráncate del barro,
sube como el humo enardecido
del día en el que vives pegajoso.
Arrójate al espacio en las esquinas,
sorprende a los normales irrumpiendo,
seméjate a los árboles de enhiestas torceduras,
escúchate en la noche prolongado.
Ama loco, golpetea corazones,
enciéndete de fuegos tremebundos,
cerroja los ojos exteriores de la carne.
Márchate, zambúllete que sí,
que puedes todo lo que quieres
que quieres más de lo que puedes.
Aliénate loco, anímate y verás
lo nunca visto, los misterios en escorzo.
Utiliza todo lo superfluo, lo inservible,
el sentimiento, la poesía porque sí.
No te quedes esperando, que no hay tiempo.
Levántate, que hay más de lo que crees,
que no dejas nada que te importe.
No rodees de miseria tu locura,
salta, salta. que el mundo es poca cosa,
que es gran cosa desde adentro.
Quema el corazón, bésalo en la boca
pues te sirve para el viaje hacia la noche.
Embólsate de estrellas los bolsillos,
escucha las entrañas palpitando
los jadeos trabajosos de los hombres.
Anda, llega lejos, alimenta almas,
quiere los rencores, los amores dolorosos
que valen, que valen vidas enteras.
Escupe miedos, fantasías, cansancios,
impúlsate, y sabrás lo no necesario.
Lo de siempre.
Lo de ahora para vos y para todos."

un poco de poesìa

"He descendido a mi yo más íntimo,
al profundo abismo de donde siento vagamente
que proviene mi capacidad de acción.
Y como me he alejado más y más
de las certezas convencionales
que iluminan superficialmente la vida social,
me di cuenta de que había perdido
el contacto conmigo mismo.

En cada escalón del descenso
fui descubriendo en mí
una nueva persona,
de cuyo nombre
no estaba demasiado seguro,
y que no me obedecía demasiado.

Y cuando detuve mi exploración
porque el camino se desvanecía bajo mis pasos,
encontré un insondable abismo a mis pies,
y saliendo de él,
-sin saber de dónde surgía-,
la corriente a la que me atrevo
a llamar
Mi vida."

Pierre Teilhard de Chardin

TU VIDA ES TU OBRA

Nos hicieron. Nos hicieron mal, bien, nos lastimaron, nos halagaron, nos usaron, nos amaron, nos desecharon, nos cuidaron, nos excluyeron, nos manipularon... Hemos sido la arcilla y los demás sus alfareros. Y hemos sido a su vez inconscientes alfareros de otros. Muchísima gente vive y muere así: hecha por los demás (padres, maestros, jefes, parejas, el gobierno, la publicidad...). Pero hay otra gente también: la alfarera de sí misma. Quien en algún punto vio cómo estaba hecho por los demás, e hizo de eso su propia arcilla. Como si fuera una pelota de plástico hundida por patadas o puñetazos, que un día dijo: "Basta!". Y juntó tanta fuerza desde su centro que comenzó a expandirse, hasta ir recobrando su digna esfereidad: aquello que nació para ser. Todos somos pelotas abolladas. Pero quizás la abolladura cobre pleno sentido si se convierte en una invitación para que la pelota active su centro y lo despliegue.

Para eso hace falta un acto esencial: renunciar a quienes no somos, a lo que no tuvimos, a lo que habríamos querido que fuera, reclamándole al pasado. La arcilla es lo que hay, no lo que "tendría que haber habido". Una persona así ya no aspira a cumplir con un ideal de sí misma (lo cual siempre es frustrante y equívoco), sino a descubrir quien realmente es, y aprovechar lo mejor de sí, haciendo de ello el sentido de su existencia. D. T. Suzuki (uno de los principales difusores del Zen en Occidente) los definió como "artistas de la vida": su obra no es necesariamente un poema o una pintura, sino lo que hacen con lo que la vida les dio. Van gestando su libertad interna con paciencia, con dedicación, con tanta pasión y desvelos como cualquier artista plasma su obra. Pero el logro principal, en este caso, no es la resultante final, sino el acto mismo de trabajar sobre sí.

Y el artista de la vida sabe que no todo saldrá como habría querido. Que al decidir hacerse desde adentro se encontrará con las consecuencias de decisiones que tomó cuando él era aún "los demás". Entonces procurará transformar esas situaciones aparentemente inmodificables en cincel para su auto-escultura: aceptará ser pulido por su aspereza, o ser lustrado por su suavidad. Quizás pueda hacerlo de a ratos, y a veces se sumerja en renegar de lo que es. Pero conservará, muy íntimamente, algo innegociable: el Intento (como le llamaba Castaneda). El Intento de ser lúcido, de ser fiel a sí mismo con la mayor lealtad de la que sea capaz. Sólo así se es autor de la propia vida, y deja uno de actuar los libretos que escribieron los demás. Suzuki lo dijo así:

“No puede esperarse que todos seamos científicos, pero estamos constituidos de tal manera por la naturaleza que todos podemos ser artistas; no, por supuesto, artistas especializados, como pintores, escultores, músicos, poetas, etc., sino artistas de la vida. Esta profesión, "artista de la vida", puede sonar a algo nuevo y raro, pero en realidad todos nacemos artistas de la vida y, sin saberlo, la mayoría de nosotros no logramos serlo y el resultado es que hacemos un desastre de nuestras vidas... [...] Los artistas de cualquier tipo tienen que usar uno u otro instrumento para expresarse, para mostrar su capacidad creadora en una u otra forma. El escultor tiene que tener piedra, madera o yeso, y un cincel o algún otro instrumento para imprimir sus ideas sobre el material. Pero un artista de la vida no necesita salirse de sí mismo. Todo el material, todos los implementos, toda la capacidad técnica que se requieren ordinariamente, están dentro de él desde que nace, quizás aún antes de que sus padres le dieran la vida. [...] En esa persona, cada uno de sus actos expresa originalidad, capacidad creadora, su interioridad viva. No hay en ello convencionalismo, conformidad ni motivación inhibitoria. Su conducta es como el viento que sopla donde quiere. No tiene un yo encasillado en su existencia fragmentaria, limitada, restringida, egocéntrica. Ha salido de su prisión. Uno de los grandes maestros zen de la época T´ang dice: 'Un hombre que es dueño de sí mismo dondequiera que se encuenttre se comporta con fidelidad a sí mismo.´ A este hombre es al que yo llamo el verdadero artista

domingo, 3 de octubre de 2010

Psiconeuroinmunologia

LO QUE EL CORAZON QUIERE, LA MENTE SE LO MUESTRA
Esta es una entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.

Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. "Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando". Hay que entrenar esa mente

Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa)
IMA SANCHÍS - 18/10/ 2004

- Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?

-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

- ¿Psiconeuroinmunobiología?

-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

- ¿De qué se trata?

-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

- ¿Qué tipo de cambios?

-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?

-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

- ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?

-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
- ¿Dice que no hay que ser razonable?

-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.

- Exagera.

-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretacion de la realidad.

- Más recursos...

-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?

-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: "Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro".

-¿Seguro que no exagera?

-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?

-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse
un 80%.

- ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?

-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

- ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?

-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.

- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.

-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.

- Deme alguna pista.

-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos "voy a hacer esto" y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.

- Ver lo que hay y aceptarlo.

-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.