Es una página de reencuentro consigo mismo que permite darnos herramienta para encontrar el camino de la busqueda de nuestra espiritualidad
domingo, 17 de febrero de 2013
Sè Feliz
Si la tristeza te invade, ¡sonríe!.. Si el sonreír no basta, ¡silva!.. Si el silbar falla, ¡canta!.. Busca dentro de ti los muchos motivos que tienes para ser feliz y estar agradecido, la tristeza se irá desvaneciendo como la nieve ante la caricia cálida del sol. Si estás triste, no le des más cuerda al abatimiento, levanta tu ánimo! Actúa como una persona feliz, y esta emoción se irá convirtiendo en una actitud permanente.
La felicidad no puede hallarse con un gran esfuerzo ni por la fuerza de la voluntad, pues ya está presente en una abierta relajación y en el dejar ser.
No te fatigues, no hay nada que hacer o deshacer. Cualquier cosa que surge momentáneamente en el espacio de la mente no tiene real importancia en absoluto, ni poca realidad en absoluto.
Porque identificarse y ligarse a ella, es como jugarle un juego pasajero.
Lo mejor es simplemente dejar que el juego pase por sí solo.
Es ondear al vaivén como las olas - sin cambiar ni manipular nada - y notar como, desde tiempo sin principio, mágicamente, todo, una y otra vez desaparece y reaparece.
Sólo nuestra búsqueda de la felicidad nos impide verlo.
Es como perseguir para nunca alcanzar, toda tu vida, un vívido arco iris, o como el perro que persigue su propia cola.
Aunque la paz y la felicidad no existan como una realidad
o como un sitio donde llegar, siempre están allí contigo en cada momento.
No creas en la realidad de las buenas o de malas experiencias;
ellas tienen el efímero gusto del clima de hoy, del arco iris en el cielo.
Queriéndolas asir o agarrar, en vano te agotas.
En cuanto sueltes y relajes tu puño constreñido, el espacio infinito estará allí, abierto, invitando y cómodo.
Usa esa espaciosidad, esa libertad, esa facilidad natural.
No investigues todo en exceso.
No entres en la espesa jungla buscando despertar el gran elefante
que ya se encuentra reposando, quédate calladamente en casa,
frente a tu propio hogar.
Nada que hacer o deshacer.
Nada que forzar.
Nada que desear.
¡Que maravilla!
Todo ocurre por sí mismo.
Seamos como nuestro amigo el gatito que todo lo disfruta !!
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