lunes, 4 de agosto de 2008

Elegir la desnudez

Soñé que iba a una fiesta y de pronto me daba cuenta de que... estaba desnudo! En un callejón encontraba ropa. Me probaba una y otra prenda, pero todas me quedaban ridículas... Qué desesperación!" Con distintas versiones, este sueño es muy común. ¿Alguna vez lo soñó? Ojalá! Por qué? Porque, si bien cada sueño debe ser interpretado según la situación del soñante en particular, con frecuencia una vivencia onírica como ésta representa un aviso del Inconsciente, que podría descifrarse como: "Ya no finjas más, no pretendas más, no te disfraces más: SÉ EL QUE ERES!"

Es que para encajar en el mundo, ser queridos / respetados / deseados / protegidos (etc....) adoptamos distintos disfraces. En tal situación, somos como un pájaro pardo que se sintiera inadecuado por serlo, y decidiera entonces pegarse una pluma roja en el pecho, para ser "más atractivo". ¿Qué le sucedería? Atraería a pájaros que no serían los de su especie! Sí: siendo quienes no somos atraemos una vida que no es la nuestra: parejas, situaciones, amigos, profesión... Si el proceso de alguien va bien encaminado, en algún punto se hartará de la pluma roja: abdicará de todo esfuerzo por esconder partes de sí y sobreactuar otras para irradiar cierta imagen hacia los demás.

La tarea de los Asesores de Imagen que tienen muchos políticos es buscar estrategias para causar cierta impresión social (y no otra). Así, manipulan la opinión pública. Rechazante, ¿verdad? El problema es que dentro nuestro solemos tener un Asesor de Imagen que se preocupa de que seamos vistos de determinada manera. Necesitamos rescindirle su contrato! Pues sostener esas imágenes demanda una energía preciosa que podríamos destinar, en cambio, a desplegar LO QUE REALMENTE SOMOS. ": desnudos, dejándonos ver tal como somos. Qué descanso para el espíritu que es esa autenticidad!

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