La conciencia inspirada es una estructura global,
capaz de lograr intuiciones inmediatas de la realidad. Por otra parte, es apta
para organizar conjuntos de experiencias y para priorizar expresiones que se
suelen transmitir a través de la Filosofía, la Ciencia, el Arte y la Mística.
En orden a nuestro desarrollo, podemos preguntar y responder un
tanto escolarmente: ¿Es la conciencia inspirada un estado de ensimismamiento o
de alteración? ¿Es la conciencia inspirada un estado perturbado, una ruptura de
la normalidad, una extrema introyección, o una extrema proyección? Sin duda que
la conciencia inspirada es más que un estado, es una estructura global que pasa
por diferentes estados y que se puede manifestar en distintos niveles. Además,
la conciencia inspirada perturba el funcionamiento de la conciencia habitual y
rompe la mecánica de los niveles. Por último, es más que una extrema
introyección o una extrema proyección ya que alternativamente se sirve de
ellas, en atención a su propósito. Esto último es evidente cuando la conciencia
inspirada responde a una intención presente o, en algunos casos, cuando
responde a una intención no presente pero que actúa copresentemente.
En la Filosofía no son de importancia los sueños inspiradores,
ni las inspiraciones súbitas, sino la intuición directa que aplican algunos
pensadores para aprehender las realidades inmediatas del pensamiento sin
intermediación del pensar deductivo o discursivo. No se trata de las corrientes
"intuicionistas" en Lógica y en Matemáticas, sino de pensadores que
privilegian la intuición directa como en el caso de Platón con las Ideas, de
Descartes con el pensar claro y distinto, descartando el engaño de los sentidos
y de Husserl con las descripciones de las noesis, "en la suspensión del
juicio” (epojé)15
En la historia de la Ciencia se rescatan ejemplos de
inspiraciones súbitas que permitieron avances importantes. El caso más
conocido, aunque dudoso, es el de la famosa “caída de la manzana de Newton”16. Si así hubiera
ocurrido, deberíamos reconocer que la súbita inspiración fue motivada por una
lenta pero intensa búsqueda orientada hacia el sistema cósmico y la gravedad de
los cuerpos. A modo de ejemplo, podemos tener en cuenta otro caso como el
ocurrido al químico Kekulé17
Éste soñó una noche con varias serpientes entrelazadas que le sirvieron de
inspiración para desarrollar las notaciones de la química orgánica. Sin duda
que su preocupación constante por formular los enlaces entre substancias siguió
actuando aun en el nivel de sueño paradojal, para tomar la vía de la
representación alegórica.
En el Arte hay muchos ejemplos de sueños inspiradores. Tal el
caso de Mary Shelley18.
Ésta había declarado ante sus amigos, que sentía esa “...vacía incapacidad de
invención que es la mayor desdicha del autor”, pero esa noche vio en sus sueños
al horrendo ser que motivó su novela de “Frankenstein o el Prometeo moderno”.
Otro tanto ocurrió con el sueño de R. L. Stevenson19 que puso en marcha su
relato fantástico “El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde”. Por cierto
que las inspiraciones vigílicas de escritores y poetas son las más
abundantemente conocidas del campo de las artes. Sin embargo, por otros medios
hemos llegado a conocer inspiraciones de pintores como Kandinsky20 que en "Lo
espiritual en el arte", describe la necesidad interior que se expresa como
inspiración en la obra artística. Artistas plásticos, literatos, músicos,
danzarines y actores, han buscado la inspiración tratando de colocarse en
ambientes físicos y mentales no habituales. Los diferentes estilos artísticos,
que responden a las condiciones epocales, no son simplemente modas o modos de
generar, captar e interpretar la obra artística, sino maneras de
"disponerse" para recibir y dar impactos sensoriales. Esta
"disposición" es la que modula la sensibilidad individual o colectiva
y es, por tanto, el predialogal21
que permite establecer la comunicación estética.
En la Mística encontramos vastos campos de inspiración. Debemos
señalar que cuando hablamos de "mística" en general, estamos
considerando fenómenos psíquicos de "experiencia de lo sagrado" en
sus diversas profundidades y expresiones. Existe una copiosa literatura que da
cuenta de los sueños22,
las “visiones” del semisueño23,
y las intuiciones vigílicas24
de los personajes referenciales de religiones, sectas y grupos místicos.
Abundan, además, los estados anormales y los casos extraordinarios de
experiencias de lo sagrado que podemos tipificar como Éxtasis o sea,
situaciones mentales en que el sujeto queda absorto, deslumbrado dentro de sí y
suspendido; como Arrebato, por la agitación emotiva y motriz incontrolable, en
la que el sujeto se siente transportado, llevado fuera de sí a otros paisajes
mentales, a otros tiempos y espacios; por último, como
"Reconocimiento" en que el sujeto cree comprenderlo todo en un
instante. En este punto estamos considerando a la conciencia inspirada en
su experiencia de lo sagrado que varía en su modo de estar frente al fenómeno
extraordinario, aunque por extensión se han atribuido también esos
funcionamientos mentales a los raptos del poeta o del músico, casos en que
"lo sagrado" puede no estar presente.
Hemos mencionado estructuras de conciencia a las que llamamos
"conciencia inspirada" y las hemos mostrado en grandes campos
conocidos como la Filosofía, la Ciencia, el Arte y la Mística. Pero en la vida
cotidiana, la conciencia inspirada actúa con frecuencia en las intuiciones o en
las inspiraciones de la vigilia, del semisueño y el sueño paradojal. Ejemplos
cotidianos de inspiración son los del "pálpito", del enamoramiento,
de la comprensión súbita de situaciones complejas y de resolución instantánea
de problemas que perturbaron durante mucho tiempo al sujeto. Estos casos no
garantizan el acierto, la verdad, o la coincidencia del fenómeno respecto a su
objeto, pero los registros de "certeza" que los acompañan, son de
gran importancia.
Silo
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