a) Todos
efectúan actividades de abstracción y de estructuración de estímulos según
sus aptitudes. Estamos diciendo que el sentido elimina muchos datos que llegan
a él y configura otros datos que no llegan hasta él. Considerando algunos
ejemplos sobre la percepción del ojo de la rana, recordarán que este
animalito únicamente tenía la percepción de que había otro ser vivo delante de
él cuando aparecía una forma determinada (curva y abombada), y cuando esa
forma tenía además movimientos; y que si no aparecía esa forma pero tenía movimiento,
o a la inversa, no se producía registro en el aparato de detección de este
animalito. Si recuerdan eso, comprenderán a qué nos estamos refiriendo cuando
hablamos de abstracción que hace el sentido y, además, estructuración que hace
el sentido. Y de esta estructuración de distintos datos surge la
percepción.
b) Todos los sentidos están en continuo movimiento. Son como
radares que están barriendo distintas franjas, de lo cual también se tiene
pruebas experimentales.
c) Todos trabajan en una franja de acuerdo a un tono particular
que debe ser alterado por el estímulo. Es decir, todo sentido está en
movimiento en un determinado tono. Cuando surge la percepción es porque se ha
hecho variar el tono de ese sentido. Ustedes recuerdan los experimentos con el
nervio óptico de la rana que siempre estaba ciclando a un pulso por segundo y
cuando llegaba el estímulo nervioso empezaba a ciclar a mayor velocidad. El
sentido estaba en movimiento. Para que se produzca la percepción, es necesario
que el estímulo aparezca entre umbrales sensoriales. El sentido está pulsando,
pero si el estímulo que llega no tiene suficiente energía no es percibido. Si
sobrepasa la potencia de tolerancia, no es percibido como sensación o
percepción de ese propio sentido, sino como dolor. Estos umbrales tienen
movilidad. Los umbrales también se expanden o se contraen. Así es que, normalmente,
cuando ciertas actividades internas tales como la de la atención se refieren a
un sentido, su umbral tiende a dilatarse y los umbrales de los otros sentidos
tienden a contraerse. Cuando los sentidos internos trabajan plenamente
ampliando sus franjas de percepción, los sentidos externos tienden a reducir
sus franjas. Cuando la atención está puesta en los sentidos externos las
franjas, los umbrales de percepción interna, tienden a contraerse. Así que,
para que haya percepción, es necesario que el estímulo aparezca entre umbrales
sensoriales. Un umbral mínimo por debajo del cual no se percibe y un umbral de
máxima tolerancia que cuando es sobrepasado produce irritación sensorial o
saturación, o lo que genéricamente designamos como “dolor”. En caso que exista
fondo de ruido proveniente del mismo sentido o de otros sentidos; o que
exista un fondo de ruido proveniente de memoria, que está suministrando datos
mientras se está percibiendo; o que exista fondo de ruido porque conciencia en
general está suministrando datos, el estímulo debe aumentar su intensidad para
que sea registrado y sin sobrepasar el umbral máximo para que no haya
saturación y bloqueo sensorial. Cuando un señor está divagando, soñando
despierto y sus imágenes están ocupando su campo de conciencia, el estímulo
que aparece debe incrementar su actividad para que sea detectado. De todas
maneras, cuando se está divagando o soñando despierto, la actividad cenestésica
interna está aumentando. Por lo tanto están bajando las franjas de percepción
externa. Es necesario entonces que aumentemos la actividad del mundo externo y,
por ejemplo, decir: “¡despierte, amigo!”. Cuando se sobrepasa el umbral
máximo, o hay bloqueo sensorial, es imprescindible hacer desaparecer el ruido
de fondo para que la señal llegue al sentido. Otro caso es el establecido en la
ley de disminución del estímulo constante por adaptación de umbral. Es decir,
esta ropa que llevamos puesta encima, de comienzo nos da un registro de
sensación táctil, pero pasa el tiempo y ya no sentimos esta ropa. No sólo porque
nos hemos distraído del problema de la ropa y estamos en otra cosa, no sólo por
eso, sino porque ese estímulo constante baja en intensidad. A medida que pasa
el tiempo el estímulo constante baja para la percepción. Así que cuando un
estímulo está dentro del umbral pero se hace constante, el umbral se acomoda a
él para dejarlo en su límite y no seguir teniendo registro que perturbaría
otras actividades del aparato. De manera que tenemos numerosos estímulos,
pero cuando los estímulos se hacen constantes los umbrales de los sentidos se
acomodan para que desaparezca el fondo de ruido. Si no, nuestro bombardeo de percepciones
sería constante y contaríamos con un fondo de ruido tal que podría haber muy
poca distinción entre las nuevas percepciones que apareciesen. Así es que la
percepción se verifica entre franjas, umbrales mínimos y máximos de tolerancia.
Estos umbrales están en continua movilidad. Cuando existen estímulos
constantes que aparecen dentro de esas franjas, éstas se acomodan para que
disminuya la percepción de ese estímulo. A eso le llamamos ley de disminución
del estímulo constante por adaptación de umbral.
d) Todos los sentidos trabajan entre umbrales y límites de
tolerancia que admiten variaciones según educación y según necesidades metabólicas
(en realidad es allí donde se encuentra la raíz de la existencia sensorial).
Las características de variabilidad son importantes para distinguir los errores
sensoriales.
e) Todos los sentidos traducen las percepciones a un mismo
sistema de impulsos. Estos impulsos son los que van a ser distribuidos de
distintas maneras. No queremos meternos en la cuestión fisiológica pero
anotemos que todos los sentidos traducen las percepciones a un mismo sistema
de impulsos. A esto le llamamos homogeneidad de los impulsos de los distintos
sentidos. Así es que por un lado veo, por otro lado oigo, por otro lado gusto,
pero todo esto de oír, gustar, ver, etcétera, todo esto es traducido a un
mismo sistema de impulso homogéneo. Se trabaja con el mismo tipo de impulso.
No van sonidos por el interior de la cabeza, ni van imágenes visuales, ni
tampoco van sensaciones gustativas y olfatorias.
f) Todos tienen localizaciones físicas, localizaciones
terminales físicas, precisas o difundidas conectadas con un sistema que los
coordina. Todos los sentidos tienen localizaciones terminales nerviosas,
precisas o difundidas, siempre conectadas al sistema nervioso central y al
sistema periférico o autónomo, desde donde opera el aparato de coordinación.
g) Todos los sentidos se encuentran vinculados con el aparato de
memoria general del organismo.
h) Todos los sentidos presentan registros propios, dados por la
variación del tono al presentarse el estímulo.
Todos los sentidos pueden cometer
errores en la percepción del dato. Estos errores pueden provenir del bloqueo
del sentido, por ejemplo, por irritación sensorial. Irritamos a un sentido,
nos vamos al umbral de tolerancia y la percepción que tenemos sobre el dato que
irrita al sentido es una percepción fuertemente modificada, que nada tiene que
ver con el objeto. Así que estos errores pueden provenir del bloqueo del
sentido por irritación sensorial, pero también por falla o deficiencia del
sentido. Ustedes reconocen las miopías, las sorderas, etcétera. También por
falta de intervención de otro u otros sentidos que ayudan a dar parámetros, que
ayudan a dar referencias a la percepción. Por ejemplo, se oye algo aparentemente
lejano y al ver al objeto en cuestión, se lo empieza a escuchar de otro modo
diferente. Este es un caso muy frecuente de ilusión auditiva. Se cree que el
objeto está lejos, pero únicamente cuando se lo ve y se lo localiza visualmente,
se reacomoda la percepción. Como sabemos que todos los sentidos están
trabajando en estructura, entonces normalmente se están recibiendo datos,
recibiendo información de los distintos sentidos. Y con ellos se van configurando
percepciones sobre el mundo que nos rodea. De manera que en cuanto fallan los
parámetros y tenemos sólo un dato sensorial, se produce en esos casos la
ilusión en la percepción. También existen errores de la sensación o de la percepción
motivados por agentes mecánicos. Tal es el caso de ver luz por presión de los
globos oculares. En casi todos los sentidos hallamos ejemplos de ilusiones
producidas por acción mecánica.
Silo
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