El signo cumple con la función de expresar
convencionalmente abstracciones para operar en el mundo, unificando en un mismo
nivel de lenguaje, fenómenos de naturaleza diferente. Expresión y
significado son una estructura. Cuando el significado de una expresión es
desconocido, el signo pierde valor operativo. Las expresiones equívocas o multívocas
son aquellas que admiten varios significados y su comprensión surge por
contexto. El contexto uniforma el nivel de lenguaje. Pero los contextos suelen
estar puestos fuera del ámbito de un nivel de lenguaje dado, surgiendo las
expresiones sincategoremáticas u ocasionales (por ejemplo, ante una
misma llamada a la puerta, al preguntarse “¿quién llama?”, distintas personas
responden: “yo”, entendiéndose en cada caso de quién se trata por la voz,
la hora, la circunstancia de espera de una visita, etcétera. Es decir,
por contextos que están fuera del nivel de lenguaje en el que se expresa
siempre: “yo”). En cuanto al signo como tal, éste puede ser la expresión de
un significado, o cumplir con la función de señalar a otra entidad por
carácter asociativo.
Silo
No hay comentarios:
Publicar un comentario