lunes, 13 de mayo de 2013

Decir la verdad




Es difícil el arte de comunicar a una persona una difícil noticia, acorde con la verdad, pero con toda humanidad.

¿Hay que decirle a la persona que se esta muriendo? En general, salvo que el otro no quiera enfrentarlo por ningún motivo, es conveniente decir la verdad, de la manera mas serena, afectuosa y hábil posible. Decirle la verdad es lo mínimo que merece ¿como podría prepararse para la muerte? ¿Cómo podrá llevar las relaciones de su vida a una conclusión verdadera? ¿Cómo podrá atender a los numerosos asuntos prácticos que deben resolverse? ¿Cómo podrá ayudar a lo que quedarán atrás y han de seguir viviendo después de su partida? (Sogyal Rimpoché, 1994)

Así, al comunicarle a la persona con afecto y sensibilidad que va a morir pronto, se le da la oportunidad de prepararse y de encontrar sus propios poderes de fortaleza y el sentido de su vida.

Desde los puntos de vista ético y legal, todo ser humano tiene derecho a saber qué pasa con su cuerpo y a participar activamente en las decisiones que se tomen en cuanto a las opciones de tratamiento, pronóstico, calidad de vida y preferencias ante el evento de su muerte. Lo que sí,  derecho a saber no implica la obligación de saber. (Kubler-Ross, 1996)

El ser humano tiene mecanismos tan maravillosos que cuando no está preparado para recibir una noticia, aunque la escuche no la integra. Sólo podrá escuchar de verdad aquello para lo cual está listo...por lo tanto no hay mucho que temer. Si la persona no quiere o puede saber la verdad...la va a negar hasta que esté preparado, aun cuando se la digamos.



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