PRACTICAS DE
RELAJACIÓN
Introducción
Las prácticas de
relajación llevan a la disminución de las tensiones musculares externas,
internas y mentales. Como consecuencia de esto, permiten el alivio de la
fatiga, el aumento de la concentración y facilitan el rendimiento en las
actividades cotidianas.
Recomendaciones.
1.- Tomar en lo
posible media hora cada fin de semana y en ese lapso practicar varias veces una
sola lección. Ese es, en realidad el mejor de los sistemas.
2.- Una vez que se
haya aprendido y dominado una lección,
recordarla por unos pocos minutos cada noche, a medida que se entre en el
sueño. Si fuera el caso de padecer insomnio, esa sería una razón más para hacerlo.
3.- Aplicar lo
aprendido en cada lección semanal a las
situaciones diarias que crean angustia, temor, cólera, ansiedad, o malestar en
general (es decir tensión).
4.- Al finalizar las
prácticas de relajación, se dará una sola técnica para ser utilizada en la vida
diaria. Esa técnica no será fácil de aplicar si no se domina el trabajo
completo. Si en cambio, se han seguido paso a paso todas las otras técnicas, se
estará en condiciones de aplicar una sola de estas para eliminar las tensiones
en cualquier situación.
5.- Cuando se cuente
con la técnica de relajación de la última lección, habrá que familiarizarse con
ella, al irla aplicando en diferentes situaciones de la vida diaria.
A medida que se
observe que esa técnica va actuando automáticamente en cualquier situación
tensa provocando la relajación, se irá logrando verdaderamente el objetivo
propuesto.
Debe llegar el
momento en que, sin proponérselo, se eliminen automáticamente tensiones en el
instante en que éstas se manifiesten.
Es necesario insistir
con cada práctica y, en especial, con la técnica unificada de la última
lección, debido a que la tensión se ha hecho un hábito y no se la puede variar
de un día para otro. Los resultados serán entonces, proporcionales a la
dedicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario