Centro intelectual.
Serie 10. Parte
motriz del centro intelectual.
A. Coloque un objeto delante de
usted. Obsérvelo detenidamente en todos sus detalles, tratando de memorizar
perfectamente. Cierre los párpados. Trate de evocarlo con la mayor fidelidad
posible. Abra ahora los ojos y compare la imagen recordada, con la percepción
del objeto que tiene delante. Corrija errores. Cierre nuevamente los párpados. Trate
de recordar fielmente el objeto. Ahora compruebe si la imagen tiene suficiente
fuerza ("brillo"), si se mantiene fija o aparece y desaparece y, por
último, si es siempre la misma o aparecen otras imágenes en reemplazo de la
propuesta. Repita varias veces el ejercicio y tome nota de los defectos en la
conformación de sus imágenes.
Dado el caso de que no aparezcan
imágenes visuales en su representación, comprenda que es por falta de
ejercicio. También, en casos extremos, esto puede deberse a algún bloqueo
producido por algún acontecimiento grave ocurrido en su vida. Esta suerte de
"ceguera" de imágenes, puede corregirse por la práctica sostenida de
este mismo ejercicio. Si presta atención a sus sueños verá que en ellos han
aparecido imágenes visuales en más de una oportunidad, por tanto, está en
condiciones de poder trabajar con ellas. Repetimos que con la ejercitación,
estos defectos se corrigen. La ausencia de imágenes visuales coincide a veces,
con la sensación de "falta de conexión con el mundo". Importa pues,
el dominio de esta práctica. De todas maneras, hoy se reconoce el predominio de
un sistema de imágenes sobre otro en distintas personas. Así, hay quienes son
fuertemente auditivos o táctiles o kinestésicos y su "ceguera" de
imágenes visuales no les comporta problema cotidiano alguno
B. Coloque dos
objetos delante suyo. Trabájelos del modo indicado en el ejercicio anterior.
Posteriormente, " borre" uno y deje sólo al otro en su
representación. Proceda a la inversa. Borre ambos y manténgase brevemente en
una especie de "mente vacía". Retome las representaciones e
introduzca variantes. Tome nota.
Serie 11. Parte
emotiva del centro intelectual.
Efectuaremos algunas prácticas en
las que pueda verse el estado de nuestro interés o adhesión intelectual. Hay
personas a las que les cuesta interesarse por temas intelectuales; hay otras,
en cambio, que no pueden desadherirse, "despegarse" de ellos. Por
último, hay quienes quedan fijados a ciertos temas de modo obsesivo.
A. Tome un libro. Lea
en silencio tratando de comprender al máximo. Ahora lea sin captar el
significado, es decir, como si paseara simplemente la vista por los renglones.
Efectúelo nuevamente, pero con la ayuda de otro partícipe. Este, cada cierto
tiempo, dará una palmada. Entonces, se conectará el significado de la lectura.
A otra palmada, se responderá leyendo desconectadamente. Repita y tome nota.
B. Efectúe la
siguiente práctica de "contradicción intelectual". Dos colaboradores
se sentarán a sus lados con sendos libros que tratarán temas completamente
diferentes. Comenzarán a leer en voz alta simultáneamente. En esa situación,
trate de comprender la lectura que menos le interesa, desconectando la más
interesante. Luego proceda a la inversa. Recomience, etcétera Todo ello podrá
hacerlo con mejores resultados, si un tercer colaborador da palmadas cada tanto
marcando de ese modo, el cambio de actitud o de interés por una lectura u otra.
Repita varias veces. Tome nota.
C. Del mismo modo que
en el ejercicio anterior, sólo que ahora tratará de entender los dos textos
simultáneamente. Terminado un período de lectura simultánea, trate de comentar
en voz alta todo lo que recuerde. Comprobará que su atención se dirigió
mecánicamente hacia el tema de mayor interés. Practique nuevamente hasta lograr
cierta simultaneidad en la atención sobre las dos lecturas, o por lo menos,
cierta alternancia que le permita luego reconstruir los dos textos sin mayor
predominio de uno sobre el otro. Repita varias veces y tome nota.
Serie 12. Parte
intelectual del centro intelectual.
Pondremos ahora, en marcha, la parte
del centro encargada de las abstracciones intelectuales y de los mecanismos
lógicos. La mejor forma de hacerlo es enfrentando dificultades aparentemente
insolubles. Ello nos permitirá comprender nuestro orden y ajuste en el razonar.
A. Considere esta
aporía clásica. "Una flecha que ha sido disparada en un momento dado está
donde está o está donde no está. Lo segundo es imposible, luego la flecha está
donde está... Por lo tanto no se mueve". Comente en voz alta a los
partícipes cual es su razonamiento. Deje que los otros hagan lo mismo. No se
preocupe tanto de la solución sino del orden y precisión de los juicios y
razonamientos. Tome nota.
B. Considere este
paradoja de la lógica moderna "En un lado de una tarjeta hay una
proposición que dice: 'la proposición del otro lado es verdadera'. Al dar
vuelta la tarjeta se lee: 'La proposición del otro lado, es falsa'. "Tenga
en cuenta estas preguntas y responda a ellas: ¿Puede ambas proposiciones ser falsas?
¿Pueden ser verdaderas? ¿Es que una es
falsa y la otra verdadera? ¿Es que toda la paradoja es falsa? ¿Es que toda la
paradoja es verdadera? No importa la solución. Discuta en voz alta. Permita que
cada partícipe haga lo mismo. Observe la precisión y orden de los juicios y
razonamientos. Tome nota.
Importante: En esta lección hay
tres series de ejercicios. Es de interés que perfeccione sobre todo su sistema
de imágenes. de manera que si allí hubiera encontrado dificultades, deberá
esmerarse en superarlas a fuerza de repetir los ejercicios propuestos en la
serie n.10.
L. A. AMMANN
L. A. AMMANN
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