“El
momento de la muerte ha sido estudiado a través de las
experiencias de casi muerte. Uno de los elementos que resultan característicos
es el repaso panorámico de la vida. Al parecer, las personas que pasan por
esta experiencia no sólo repasan con toda nitidez los acontecimientos de su
vida, sino que también pueden contemplar las más profundas
implicancias de sus actos. Se dice que experimentan la gama completa de efectos
que sus actos produjeron sobre los demás.
La
Experiencia básica que ha descrito la literatura se puede
sintetizar en los siguientes pasos:
1.-
Se experimenta un estado alterado de sensación, de paz y bienestar, sin dolor,
sensaciones corporales sin miedo
2.-
Es posible que perciban un sonido torrencial o un zumbido y se encuentren
separados del cuerpo. Es la llamada experiencia extracorporal, se puede ver el
cuerpo desde un punto más elevado
3.-
Se es conciente de otra realidad, de entrar en una oscuridad, de flotar en un
espacio sin dimensiones y luego avanzar rápidamente por un túnel
4.-
Se ve una luz, al principio un punto en la lejanía y se sienten atraídos
magnéticamente hacia ella y después
envueltos en luz y amor. La luz se describe como una luz deslumbrante de gran
belleza.
5.- Algunos describen contactos con parientes o
amigos muertos, otros un paisaje paradisíaco, muy pocos, visiones
terroríficas, mundos internos, paraísos
o ciudades de luz con música trascendental.....hasta
que deciden regresar
Esta
experiencia suele provocar una gran transformación en la vida, actitud y
relaciones de las personas que han pasado por ella. .” (Sogyal Rimpoché,
1994)
Tan
importante es esta experiencia que es
recomendable intencionarla a través de las imaginerías
de agonía y muerte aquí propuestas.
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