jueves, 30 de mayo de 2013

LECCION 7 Transferencia de imágenes.




    Con los sondeos transferenciales (así como con los sondeos catárticos), puede trabajarse en numerosas situaciones de la vida diaria, sin que el sujeto necesite de conocimientos especiales.

Cuando se quiere realizar transferencias profundas, las cosas cambian ya que el sujeto debe tener suficientes datos sobre estos temas. El motivo principal radica en que toda sesión transferencial profunda se cierra con una discusión vigílica entre guía y sujeto, siendo este último quien, en definitiva, interpreta y ordena su propio proceso.

La discusión vigílica exige especiales conocimientos por parte del sujeto, ya que de otro modo las interpretaciones del guía concluirán en la proyección de sus propios contenidos. Además, ocurre un fenómeno posterior: el de la elaboración postransferencial, en el cual el sujeto integra verdaderamente los contenidos movilizados en el trabajo anterior. En esa elaboración, el sujeto debe contar con recursos como para disponer de ellos sin ayuda del guía.
           
¿En qué casos se apela a la transferencia profunda?
Cuando interesa comprender mecanismos complejos de conciencia. Cuando se desea superar problemas biográficos que continúan presionando sin resolverse en la situación actual.

Cuando se quiere provocar desplazamientos e integraciones de importancia.
           
¿En qué casos no se apela a la transferencia profunda?

            Cuando el sujeto muestra síntomas de anormalidad síquica.

Cuando el sujeto considera al trabajo como un sistema terapéutico.

Cuando el sujeto pretende resolver problemas que deberían estar superados por el ejercicio de prácticas anteriores.
Cuando el sujeto se encuentra en la situación previa de resolver problemas catárticamente.

Pasos de la sesión transferencial.

1º Preparación. Resuelto el interés del sujeto en torno a por qué desea acometer un proceso transferencial, el guía tomará nota de las fallas orgánicas y sensoriales del sujeto, a las que tendrá siempre en cuenta como posibles productoras de señales.
            En un ambiente adecuado, guía y sujeto se sentarán cómodamente, uno al lado del otro. Será necesario que la iluminación sea suave y, en lo posible, difusa.

            Se pedirá al sujeto un relax completo y profundo.
           
2º Entrada. Se pedirá al sujeto que proponga un hecho biográfico, un sueño, o una imagen de su interés. Se recomendará la sensación de "caída" (propia de la entrada al sueño, a fin de eliminar las racionalizaciones y permitir el acceso al semisueño asociativo activo), siguiendo a la imagen propuesta.
           
3º Desarrollo. El guía sugerirá las direcciones del caso, partiendo siempre desde el plano medio y en base a la imagen dada por el sujeto. Allí donde aparezcan resistencias, el guía ayudará a vencerlas del modo ya estudiado. En el desarrollo, seguramente se apelará a las tres técnicas conocidas de niveles, transformismos y expansiones. El guía tomará nota de aquellas resistencias que no han sido vencidas satisfactoriamente en la sesión, o bien que aparecen transformadas en diferentes escenas, mostrando su mismo origen.
           
4º Salida. Habiendo llegado al punto inicial luego de desandar todos los recorridos del caso, el guía promoverá un clima de reconciliación del sujeto consigo mismo, apelando a imágenes agradables. A partir de ese momento, comenzará a racionalizar progresivamente, hasta que el sujeto recupere su nivel vigílico habitual. 

5º Discusión vigílica. Una vez recuperado el sujeto, comenzará la discusión en base al material recogido. El sujeto deberá reconsiderar todo el trabajo efectuado resumiendo las dificultades encontradas, las resistencias y los vencimientos producidos. Allí donde queden puntos olvidados, el guía los destacará.
            Sujeto y guía efectuarán una reducción simbólica y una agrupación alegórica, intentando una síntesis interpretativa. Esta síntesis tendrá mayor éxito a lo largo de varias sesiones transferenciales, cuando se tenga material suficiente de todo un proceso. De cualquier manera, será conveniente al finalizar cada sesión, que se produzca la síntesis.

6º Elaboración postransferencial. Terminada la sesión y habiendo acordado los detalles de la próxima, el sujeto quedará sin guía en ese lapso. Será conveniente, entonces, que tenga en cuenta sus sueños nocturnos, sus ensueños cotidianos, sus cambios de enfoque respecto de la problemática interna y sus cambios de conducta. Convendrá que vuelque sus observaciones a escrito y las lleve a las próximas sesiones como material complementario.
           
7º Conclusión del proceso transferencial. No se puede fijar el número de sesiones necesarias para la conclusión de un proceso. Ello dependerá del tipo de interés manifestado al comienzo por el sujeto. De todas maneras, será evidente la terminación de un proceso cuando en las elaboraciones postransferenciales, el sujeto experimente registros de comprensión y "encaje" de contenidos, hasta ese momento no integrados. Un indicador decisivo será el cambio de conducta respecto de una situación concreta que se deseaba superar.

Observaciones.
En esta forma de transferencia, los temas van coincidiendo con los argumentos. Ello facilita las cosas, ya que al ir modificando los temas de una escena, también se van operando transformaciones de los climas que pudieran ser negativos.
           
Sucede, a veces, que no puede trasladarse un clima ya que la resistencia es muy grande. Se procederá entonces gradualmente, desde el tema fuertemente asociado a la carga negativa, hacia un tema próximo, a fin de que el segundo cobre las connotaciones del primero (por ejemplo: aparece un pariente vestido de cierta manera, con una determinada actitud y en una escena desagradable. Si la resistencia a los transformismos de esa imagen fuera muy grande, habrá que hacer participar a otra persona y rodearla de los atributos de la primera, a fin de que el clima se transfiera. De la segunda se pasará a una tercera, etcétera.).
           
Recordemos acá lo dicho anteriormente respecto de la "persuasión" de las resistencias. En primer término, el guía nunca promoverá la irrupción súbita de imágenes que el sujeto experimente como peligrosas. Guiará en sentido opuesto a las resistencias, con prudencia y sin violencias. No dejará desarmado al sujeto frente a imágenes que no pueda sobrellevar. Eludirá la confrontación directa, a favor de persuasiones (o retrocesos), si el clima se hiciera angustiante. Cuando comprenda que no puede resolver una dificultad, postergará el trabajo a las próximas sesiones tomando adecuada nota.

Ejercicio de transferencia de imágenes
Antes de comenzar, se recomienda releer los ejercicios de sondeo transferencial de resistencias y de sondeo y desplazamiento transferencial.
           
Se efectuará una práctica pedagógica, en la que uno de los presentes será guía y otro sujeto. El resto de los partícipes tomará notas. La discusión y el aporte final serán conjuntos.
            Realizada la práctica, los interesados podrán iniciar por su cuenta (y sólo de a dos personas) un proceso transferencial de varias sesiones. Guía y sujeto cambiarán sus roles, de manera que el dominio de las técnicas por parte de ambos sea equilibrado.
           

L. A. AMMANN






















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