viernes, 31 de mayo de 2013

LECCION 2

Diferentes tipos de desarrollo autotransferencial.

I. Autotransferencias empíricas.
            Existen numerosos argumentos empíricos, tales los que se desarrollan en los sueños, en los ensueños, en el arte y en la religión.
           
Si se quisiera extremar el punto de vista sicólogico, podría considerarse a la vida de cualquier persona como un drama que intenta desarrollarse en medio de los accidentes que sufre el personaje central. Este encarna diversos roles, pero siempre desde una actitud básica, que es la que podrá desplegarse, o bien quedar fijada en determinadas etapas sin lograr coherencia.

Las actividades que el ser humano desarrolla en el mundo, tienen su correlato en las representaciones que las acompañan. De  ese modo, no son indiferentes sus acciones externas ya que algunas producirán registros desintegradores y otras registros de unidad interna, o, si se quiere, de coherencia. De manera que en el hacer cotidiano hay numerosos elementos de tipo autotransferencial (como los hay de tipo catártico).
           
Desde este ángulo puede considerarse posible el ejercicio de actos externos de los cuales el sujeto no espera resultados externos, sino que su valor estriba en la aptitud autotransferencial que poseen. Es posible el acto de amor sin especulaciones en cuanto a resultados externos se refiere. Es posible el amor a una persona, a una causa, a la humanidad, etcétera.
           
Serán argumentos autotransferenciales empíricos, aquellas operaciones de conducta, o las que correspondan a representaciones, que otorguen al sujeto registro de unidad, dándole sensación de progreso o de "crecimiento" interior. Esto último es de particular importancia porque es lo que permite diferenciar una actividad catártica o relajadora, de otra transferencial.

II. La autotransferencia empírica en las religiones.
            Los temas y argumentos que proponen las religiones en sus sistemas de oración o meditación, pueden ser seguidos por el creyente a solas, conociendo las fórmulas de memoria, o bien leyéndolas. También puede el orante proferir en voz alta repitiendo lo dicho por otra persona.
           
Veamos un caso de oración en el que aparecen diversos argumentos cumplidos por un mismo personaje o tema central (en este caso Jesús). Tal oración es una declaración de fe, pero también cumple con los requisitos de un proceso autotransferencial, que se efectúa siguiendo a un director de oración o de memoria, a solas o acompañado, en voz alta o en silencio. Se trata de un fragmento del Credo de Nicea.
           
"...Nació de Santa María virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó entre los muertos. Subió a los cielos. Está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos...” etcétera.
           
Aquí tiene importancia que la actitud del orante sea de recogimiento, que sienta y en lo posible visualice los emplazamientos verticales que efectúa el guía (en este caso Jesús), por los tres niveles del espacio de representación (plano medio, infierno y cielo). Jesús es el tema central y es también el guía que va sufriendo transformaciones. Ello permite al creyente fusionarse con él y experimentar un proceso mental de traslado de cargas afectivas, apoyado en imágenes.
           
Si el creyente se entregara plenamente a su oración, sin duda tendría oportunidad de relacionar las escenas de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús (argumento) con la comisión de los pecados propios recapitulándolos; padeciendo por el sufrimiento que han ocasionado; acercándose a la imagen de castigo merecido; logrando arrepentimiento; formulando propósitos de enmienda futura y, por último, despertando su esperanza por el cielo de los justos de acuerdo a su fe cristiana.

En el ejemplo dado, es posible observar una gama muy grande de posibilidades autotransferenciales que se abren para el orante.
           
En las grandes religiones podemos encontrar otros modelos de procesos autotransferenciales que los creyentes ponen en práctica durante sus ceremonias religiosas o en el ejercicio de sus plegarias.

Existen, además, otros recursos capaces de desatar pequeños procesos autotransferenciales sin cumplir con los requisitos argumentales del caso. Suelen ser presentaciones estáticas que tienen alguna modificación sólo en el grado de profundidad de ensimismamiento que alcance el practicante. Nos referimos a los casos de los "mantrams" (palabras sagradas repetidas) y a los "yantras" (imágenes visuales o símbolos sagrados de concentración).
           
También hay cortas invocaciones que se utilizan en distintas situaciones, no llegando a ser argumentos autotransferenciales, sino más bien una suerte de "pedidos" referidos al guía o a la divinidad, para lograr algún beneficio. Ejemplo: "N.N., sálvame de todo peligro..”.; y con ello, el invocante se siente acompañado, o con más fuerza para afrontar sus dificultades.

Por último, ciertos gestos y actitudes corporales cumplen también con funciones invocatorias, de contacto, de agradecimiento, etcétera. Por cierto que tales operaciones no pueden ser consideradas autotransferenciales a menos que se las encuadre entre los recursos de entrada a tal proceso.
           
La ceremonia religiosa que incluye oraciones, gestos, cánticos, sacramentos, etcétera., ofrece una batería de recursos muy completa para el creyente que verdaderamente se compenetra de las operaciones. La misma ceremonia puede repetirse siempre, pero alcanzando para el devoto distintas profundidades autotransferenciales, o bien desplazando el énfasis en distintos aspectos acordes con sus necesidades de momento.

III. El proceso autotransferencial.
Antes de iniciar un trabajo autotransferencial, habrá que fijar el interés. De acuerdo a él, el operador sabrá como estructurar el argumento, cuáles temas integrarán las escenas y, por supuesto, en qué nivel del espacio de representación y en qué tipo de recintos desarrollará sus trabajos.
           
Supongamos que el operador necesita resolver algunos nudos biográficos de gran importancia para él. Sabe que están referidos a imágenes y climas que condicionan muchas de sus actitudes actuales, pero que inequívocamente tienen su origen en el pasado. De acuerdo a lo comprendido, queda claro que tendrá que emplazar los argumentos siguiendo el camino descendente que lo llevará al recinto adecuado. Ahora bien, su interés puede estar referido a superar situaciones de fracaso que comprometen seriamente a su imagen de sí. Pero será imprescindible acotar los límites de tales fracasos. Acaso podrá referirse a cuestiones de trabajo, de relación, etcétera.

Si nuestro operador clarifica bien su interés, el armado escénico comenzará por repetir la situación a partir de la cual comenzó el problema. Así es que el argumento es, en parte, la repetición de lo sucedido. Sólo en parte, ya que se podrá apelar a numerosas alegorizaciones que permitan, precisamente, transferir cargas opresivas e integrar contenidos en el desenlace deseable.
           
Daremos un ejemplo de trabajo autotransferencial en el que el interés está puesto en lograr reconciliaciones con el propio pasado. Como son numerosas las situaciones que han actuado, habrá que construir varios argumentos que permitan al operador profundizar en alguno de ellos específicamente.

En el mismo ejemplo, podremos asistir al tratamiento del tema de Ella (o EL) sin mayores pretensiones de lograr definiciones precisas. Podrá observarse, además, el tratamiento alegórico en las escenas en las que el operador emplazará sus temas. Para una mayor comprensión, fragmentaremos el proceso.
           
No debe desorientar que se usen los recursos selváticos de resistencia, ya que están tratados para dar tensión que luego se descargará en el momento en que se llegue a destino.
           
Todo el proceso está enmarcado en una suerte de "juicio final" en el que se pasa revista a la vida del operador.

La salida del proceso está alegorizada por el reencuentro con los pasos iniciales, pero en un clima final de experiencia positiva.
           
1.- "... Ahora que estás muerto y has descendido hasta el umbral del mundo de las sombras, al escuchar el sonido de balanzas, te dirás: 'Están pesando mis vísceras...' y será cierto, porque pesar tus vísceras es pesar tus acciones”.

2.- "Las vísceras bajas están en el fuego infernal. Los cuidadores del fuego se muestran siempre activos, mientras Ella o El (según sea tu condición) se deslizan sigilosos, o surgen de pronto, para desaparecer del mismo modo”.
           
3.- "Primeramente, pagarás a los cuidadores. Luego, entrarás al fuego y recordarás los sufrimientos que causaste en la cadena del amor”.

4.- "Pedirás perdón a los maltratados por ti y saldrás purificado únicamente cuando te reconcilies...”
           
5.- "Entonces, llama por su nombre a Ella o El, según sea tu condición y ruégale que te permita ver su rostro. Si accede a tu demanda, escucha su consejo que es tan suave como brisa lejana”.

6.- "Agradece con todo el corazón y parte siguiendo la antorcha de tu guía”.

7.- "El guía atravesará oscuros pasadizos y llegará contigo a una cámara donde aguardan las sombras de aquellos que has violentado en tu existencia. Ellos, todos ellos están en la misma situación sufriente en que aquél día los dejaras”.

8.- "Pídeles perdón, reconcíliate y bésalos uno por uno antes de partir”.

9.- "Sigue al guía, que bien sabe llevarte a tus lugares de naufragio, a los lugares de las cosas yertas irreparablemente”.
"¡Oh, mundo de las grandes pérdidas en donde sonrisas y encantos y esperanzas son tu peso y tu fracaso!"
            "Contempla tu larga cadena de fracasos..”.
           
10.- "Pide al guía que alumbre lentamente todas aquellas ilusiones..”.
           
11.- "Reconcíliate contigo mismo, perdónate a ti mismo y ríe. Entonces, verás, como del cuerno de los sueños surge un huracán que lleva hacia la nada el polvo de tus ilusorios fracasos”.
           
12.- "Aún en el bosque oscuro y frío, sigues a tu guía. Las aves de malos presagios rozan tu cabeza. En los pantanos, lazos serpentinos te sumergen”.
           
13.- "Haz que el guía te lleve hacia la gruta oscura".
"No puedes ya avanzar, a menos que pagues tu precio a las formas hostiles que defienden la entrada”.

14.- "Si finalmente logras penetrar allí, pide al guía que vaya iluminando a izquierda y a derecha. Ruégale que ilumine los grandes cuerpos de mármol de aquellos que no has podido perdonar..”.

            15.- "Perdónalos uno por uno y, cuando tu sentimiento sea verdadero, las estatuas se irán convirtiendo en seres humanos que te sonreirán y extenderán hacia ti sus brazos en un himno de agradecimiento”.

16.- "Sigue al guía fuera de la gruta y no mires atrás por ninguna circunstancia”.
           
17.- "Paga a tu guía y vuelve aquí, adonde se pesan las acciones de los muertos”.
           
18.- "Escucha la balanza que se inclina a tu favor: ¡Tu pasado te es perdonado!"
           
19.- "Demasiado tienes como para pretender más por ahora... Si tu ambición te llevara más lejos, podría suceder que no volvieras a la región de lo vivos”.
            "Demasiado tienes con la purificación de tu pasado”.

20.- "Yo te digo ahora: ¡Despierta y sal fuera de ese mundo!"

Ejercicio de desarrollo del proceso autotransferencial (descenso).
            Efectuada la entrada conocida, el operador podrá seguir el camino descendente hasta encontrar el recinto adecuado para trabajar alguna escena biográfica, basándose en alguno de los fragmentos citados en la presente lección.
           
Es importante que antes de comenzar el trabajo quede fijado el interés, de manera que los argumentos que se compongan estén en función de él. Los argumentos, a su vez, deben tener base biográfica (por lo menos en este ejercicio) y temas que le correspondan. Si se tratara de un determinado clima sin imágenes, de todas maneras se efectuará la entrada, se descenderá hasta algún recinto subterráneo y se pedirá al guía que vaya iluminando el lugar hasta que emerjan temas (alegorizados o no) que puedan ser trabajados de inmediato. Ese es un recurso interesante para producir encajes en el sistema autotransferencial.

Será conveniente no pretender, de comienzo, hacer un largo desarrollo sino más bien trabajar un solo argumento, profundizándolo en posteriores prácticas.


                        Terminada una sesión, se intercambiarán puntos de vista con otras personas.

L. A. AMMANN

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