Revisión de trabajos
anteriores.
Responder,
preferentemente por escrito, a las siguientes preguntas:
1) ¿Para qué sirve la
operativa?; 2) ¿Cuáles son los
grandes sistemas usados en operativa y
con qué función cumple cada uno de ellos?; 3) ¿Hacia qué apunta la
operativa?; 4) ¿Cuál es la forma más adecuada de estudiar y practicar la
operativa?; 5) ¿Qué tipos empíricos de catarsis puede citar?; 6) ¿Para qué
sirven las catarsis empíricas?; 7) ¿Por qué, en ocasiones, el trabajo de
relajación no es suficiente y debe apelarse a la catarsis?; 8) ¿En qué consiste
la técnica de sondeo catártico?; 9) ¿Cuáles son los principales indicadores que
acompañan a una palabra-estímulo o respuesta significativa?; 10) ¿En qué
momento del sondeo se pueden apreciar las primeras manifestaciones catárticas?;
11) ¿En qué consiste el sondeo catártico de realimentación?; 12) ¿Cómo pueden
bloquearse impulsos?; 13) ¿Cuáles son los pasos del sondeo catártico?; 14)
¿Cuáles son los pasos de la catarsis profunda y en qué se diferencian de los
del sondeo catártico?; 15) ¿En qué casos es recomendable la técnica de catarsis
profunda?; 16) ¿Qué problemas se presentan frecuentemente en el trabajo de
catarsis profunda?; 17) ¿Qué consecuencias tiene el bloqueo de impulsos antes
de llegar a los centros de respuesta?; 18) ¿En qué se diferencia la catarsis de
la transferencia?; 19) ¿Qué casos de transferencias empíricas puede citar?; 20)
A la luz de sus últimos estudios, ¿en qué se diferencian las tensiones de los
climas?; 21) ¿Cómo se diferencian entre sí las traducciones, deformaciones y
ausencias de impulsos?; 22) ¿Qué diferencias hay entre percepción y
representación?; 23) ¿Qué son las cadenas asociativas y qué tipo de
asociaciones hay?; 24) ¿Qué relaciones existen entre niveles de conciencia,
cadenas asociativas libres y cadenas asociativas dirigidas?; 25) ¿Qué diferencias
pueden observarse entre espacio de percepción y espacio de representación,
teniendo por referencia a los objetos que en ellos se emplazan?; 26) ¿Qué
modificaciones sufren los impulsos en el espacio de representación de acuerdo con los niveles de conciencia?;
27) ¿Cuáles son las diferencias entre profundidades y niveles del espacio de
representación y qué modificaciones generales se aprecian en la imagen de
acuerdo a su emplazamiento en cada caso?; 28) ¿Puede dibujar y explicar el
esquema general de aparatos e impulsos?; 29) En una escena dada, ¿en qué se
diferencian las imágenes recordadas de las imaginadas y de las alegorizadas?;
30) ¿En qué se diferencian las alegorías, de los símbolos y de los signos?; 31)
Desde el punto de vista de la transformación de impulsos, ¿cómo se generan los
símbolos?; 32) ¿Cómo puede agruparse a
los símbolos?; 33) ¿Puede dar un ejemplo de secuencia simbólica en la que se
observe la concentración, dispersión, traslado y fijación de una tensión?; 34)
¿Cuándo se verifica el cumplimiento de una relajación en una secuencia
simbólica?; 35) ¿En qué se diferencia un tema de un argumento?; 36) ¿Qué tipos
generales de temas existen en nuestra clasificación?; 37) ¿Qué tipos generales
de argumentos existen en nuestra clasificación?; 38) ¿Cuáles son las
diferencias entre reducción simbólica,
análisis alegórico, resumen alegórico e interpretación alegórica?; 39) ¿Para
que sirve la simbólica?; 40) ¿Para qué sirve la alegórica?; 41) ¿Cuáles son los
principios generales que guían a la catarsis y a la transferencia con
referencia a las resistencias?; 42) ¿Cuáles son los principales indicadores de
resistencia en los procesos transferenciales?; 43) ¿Cuáles y cómo son las tres
técnicas principales de la transferencia?; 44) ¿Cuándo se debe aplicar cada una
de las técnicas?; 45) ¿En qué consiste el sondeo transferencial?; 46) ¿En qué
se diferencia el sondeo transferencial de la transferencia profunda?; 47) ¿En
qué casos se apela a la transferencia profunda?; 48) ¿En qué casos no se apela
a la transferencia profunda?; 49) ¿Cuáles y cómo son los pasos de la sesión
transferencial?; 50) ¿En qué se diferencia la transferencia de imágenes, de la
transferencia de climas?; 51) ¿Qué requisitos deben existir para apelar a la
transferencia de climas?; 52) ¿Cómo debe tratarse a los climas sin imágenes
visuales?; 53) ¿En qué consiste la transferencia negativa?; 54) ¿Cómo opera la
elaboración postransferencial?.
LECCION 1
Diferencias entre
transferencia y autotransferencia.
La autotransferencia no requiere de
la colaboración de un guía externo. La función del guía será cumplida por una
imagen debidamente configurada que servirá para conducir los desplazamientos. A
tal imagen la llamamos "guía interno".
Por otra parte, la
autotransferencia utiliza temas y argumentos fijos.
En autotransferencia,
obviamente, no hay discusión vigílica.
Por último, en
autotransferencia existen distintas profundidades de trabajo sobre un mismo
argumento.
Introducción a la
autotransferencia.
¿Para qué sirve la autotransferencia? Primariamente, sirve como la transferencia
para dar coherencia a los fenómenos síquicos, integrando contenidos. Su
utilidad mayor radica en su actitud para producir conversiones de sentido
respecto de una situación particular o de la situación general en que vive una
persona.
En los procesos
autotransferenciales, al utilizar temas y argumentos fijos, los indicadores
principales de resistencia están dados por defectos en el armado de una escena
o por dificultades en el encaje y conversión de climas.
Veamos esto más de
cerca: supongamos que, teniendo por interés la "reconciliación", el
operador monte su escena mental y emplace en ella a diversas personas con las
que mantiene relaciones de enemistad. El tratará de transferir cargas de tal
manera que al finalizar el trabajo quede logrado el objetivo propuesto. Sin
duda, habrán aparecido en el desarrollo, numerosos registros de resistencia,
pero habrá quedado en claro si el encaje se logró, o si es necesario seguir
trabajando hasta lograr los registros adecuados.
El operador sabrá
como hacer correcciones, ya que el interés estará debidamente planteado
(producir la reconciliación).
También habrán quedado precisados los defectos de armado
escénico que pueden haber impedido un buen encaje y posterior conversión.
Recomendaciones.
1º Estudiar cada
lección acompañado de otras personas y luego trabajar los ejercicios
propuestos.
2º Después de la
práctica, intercambiar puntos de vista con los presentes a fin de enriquecer
las propias técnicas.
3º Tomar nota de lo efectuado.
4º Profundizar la práctica en los
días siguientes.
5º Agregar
observaciones cuando surjan registros postransferenciales en los sueños o en la
vida cotidiana.
Elementos
autotransferenciales.
I. La condición
autotransferencial.
1º Fijación de
interés.
Si se desea producir
una conversión de sentido respecto de una situación particular, habrá que
comenzar por definir a ésta claramente. No se tratará, por cierto, de
situaciones que puedan modificarse mediante la aplicación de técnicas menores
(estudiadas anteriormente). Las situaciones en cuestión, pueden referirse a
nudos biográficos no superados, o a cuestiones actuales, o al futuro. En las
presentes lecciones, se dan algunos argumentos de conversión para modificar
situaciones mentales negativas que actúan en diferentes tiempos de conciencia.
2º Adecuación del
ámbito de trabajo.
Esto se refiere no sólo a requisitos
externos (habitación silenciosa, etcétera.), sino también al "ámbito"
físico y mental del operador. En éste sentido se comenzará todo trabajo
autotransferencial con un buen relax interno, procediendo luego con la
experiencia de paz.
II. Los temas.
1º El guía interno.
Los creyentes de distintas
confesiones suelen invocar en sus oraciones a grandes personalidades de sus
credos, a santos, etcétera. Algunos lo hacen con imágenes auditivas, otros con
imágenes visuales, etcétera.
Otras personas se
encuentran a veces en una especie de diálogo interno con sus padres ya
fallecidos, o con personas queridas o respetadas. A esos "guías" le
suelen pedir consejo en situaciones particularmente difíciles. A veces,
simplemente le exponen problemas, como una forma de ordenar mejor ideas y
sentimientos. Hay quienes reciben "respuestas" o "indicios"
durante el diálogo con su guía. Otros, al dormir, mediante alegorías. No
faltando quienes reciben los "mensajes" al despertar o en momentos
inesperados.
También se suele
invocar a guías-protectores en momentos de desorientación, soledad, o peligro.
Muchas de las formas
empíricas de relación con guías internos tienen su origen en traducciones de
verbalización propias del registro cenestésico del discurrir. Para ilustrar
este hecho basta hacer el siguiente experimento: dígase mentalmente "voy a
subir al techo", mientras pone atención a los movimientos que operan
automáticamente en su aparato de fonación. Ahora "suba" al techo pero
apoyándose en imágenes visuales. Está claro que en éste segundo caso, el
movimiento corresponderá a sus globos oculares. Pero si realiza otras
operaciones basándose en imágenes visuales y prestando atención al aparato de
fonación, a veces obtendrá allí movimientos automáticos. Ese será el caso en
que furtivamente se hayan deslizado imágenes auditivas o bien que las visuales
se hayan traducido.
Las verbalizaciones
ocurren cotidianamente, registrándose como conversaciones internas, ritmos,
canturreos, etcétera., que se efectúan al acompañar operaciones en el mundo
externo. Desde luego que no estamos hablando acá de casos patológicos como los
de verbigeración alucinatoria.
Volviendo al problema
del guía interno, diremos que no tiene mayor importancia qué tipo de imagen se
escoja para representarlo. En cualquier caso, tendrá que cumplir un verdadero
encaje con climas de protección (fuerza, sabiduría, rectitud, etcétera.).
Cualquier imagen (no sólo la visual), puede dar registro de su
"presencia". Con ellos será suficiente, ya que el guía servirá para
dar dirección a los movimientos mentales hacia otros temas que necesariamente
deberán ser visualizados.
El guía debe ser
único, estando asociado a un particular tipo de llamado o invocación. A su vez,
las indicaciones del guía podrán registrarse por vía de cualquier sistema de
imagen.
2º El límite.
Es una alegorización del nivel de
trabajo a partir del cual se efectúa la entrada al proceso autotransferencial.
Puede ser representado como una puerta, un escalón, un umbral, una línea
divisoria, etcétera. Las resistencias por racionalización u otras tensiones y
bloqueos, se reflejarán en malas configuraciones del límite, en defensores que
impiden el paso, etcétera.
Es importante que el
límite sea siempre el mismo y se tenga de él gran viveza representativa de
conjunto y en los detalles.
3º Los caminos.
Las direcciones de
ascenso, descenso y avance horizontal deben ser alegorizadas siempre del mismo
modo, a fin de no sufrir desvíos por acción de las resistencias. Los tres
caminos se abren al trasponer el límite. Ellos son las conectivas de dirección
que llevan finalmente a los recintos de los distintos niveles.
4º Los recintos.
Deben ser también siempre los mismos
y corresponder, en su conformación y características, al nivel en que son
emplazados. Es importante que los recintos estén definidos en sus tres
dimensiones y que el operador pueda sentirse incluido en ellos.
5º Los paisajes.
El paisaje del camino
horizontal puede ser el de una playa, un oasis, un valle fértil, etcétera.
El paisaje del camino
descendente puede ser el de un abismo, el de las profundidades submarinas,
etcétera.
No es recomendable trabajar con
paisajes selváticos ya que presentan numerosas resistencias por su misma
conformación. Estos temas son utilizados en autotransferencias en las cuales se
desea, precisamente, hacer surgir resistencias para su particular estudio.
6º Los personajes.
A diferencia de los temas
anteriores, no debe tenerse de éstos un repertorio fijo (ya veremos más
adelante unas pocas excepciones), ya que en los distintos argumentos habrá que emplazar a los que
correspondan de acuerdo al interés prefijado.
7º La ciudad
escondida.
Es una buena alegorización del
espacio más interno del operador.
La ciudad escondida
se encuentra al término del camino ascendente. Encima de ella "no hay
nada". Posee luz propia (o mejor, luz proyectada desde su interior que es
el centro de poder), no dependiente de luminarias artificiales o externas
naturales (sol, luna, estrellas). Puede estar ubicada en la mitológica
"cumbre del mundo" o flotar más allá de los cuerpos celestes. En todo
caso y, primariamente, puede ser considerada como una traducción de los límites
de la propia cabeza del operador, adentro de la cual se registran numerosas
sensaciones cenestésicas que, alegorizadas, ofrecen una gran complejidad
constructiva.
También la ciudad
escondida ha sido representada en ciertas tradiciones como "la corona",
o como "el cofre" que guarda la perla, o la gran joya, etcétera.
(Estas últimas, alegorizaciones del centro de poder).
Si, efectivamente, se
visualiza la ciudad escondida y no alguna réplica intermedia, se observa que
por encima de ella está la oscuridad total que corresponde a los límites
superiores del espacio de representación.
En los recintos de la
ciudad escondida se guardan las grandes aspiraciones, los ideales y las
esperanzas como motores de la actividad humana en pos de la relajación total
(paz, calma, felicidad, etcétera.).
Existe una
contrapartida de la ciudad escondida y es la ciudad subterránea. Por debajo de
ella "no hay nada". Esta ciudad puede estar ubicada en los abismos
más profundos de la tierra o el agua. Posee también su propia iluminación. Más
allá de ella está la oscuridad total, que corresponde a los límites inferiores
del espacio de representación.
Existen numerosas
réplicas intermedias en distintos niveles descendentes, pero ninguna de ellas
tiene carácter de término en los desplazamientos.
En los recintos de la
ciudad subterránea se guardan (y allí deben resolverse) las frustraciones y los
conflictos biográficos. En su centro está el fuego purificador, pero
básicamente, Ella (o El) que sintetizan en imagen, impulsos provenientes del
sexo, fijaciones biográficas y compensaciones de situación.
El operador
visualizará las ciudades al final de los caminos correspondientes,
perfeccionando las imágenes en sucesivas prácticas y de acuerdo a improntas de
su propia creatividad.
En cuanto al camino
del medio, encontramos en su término a la ciudad de la vida corriente en la que
el operador desarrolla sus actividades. En sus diferentes recintos, debe
emplazar las escenas de situación actual que desee trabajar.
8º El centro de
poder.
Se encuentra en el
recinto central de la ciudad escondida. Es la Luz, la Fuerza y el Sentido.
La representación de
la Luz no coincide con la luz percibida y luego recordada. Es la Luz "más
interna, pura y profunda", por cuanto tiene significancia sicológica y no
está referida a lo fenoménico externo.
La Luz puede
"comunicarse" con el operador, en un contacto para nada convencional.
Realizado el contado
con la Luz (no con luces intermedias), ocurre el fenómeno de la iluminación del
espacio de representación. Ello da al operador la noción de haber trascendido
los límites de la oscuridad total. Ese cambio en la economía de la conciencia
se continúa por algún tiempo luego de la experiencia, de manera que aún la
percepción externa se ve curiosamente afectada.
El centro de poder es
una traducción del registro del "sí mismo", de lo más esencial del
ser humano. Ese centro no es, por cierto, el "yo" sicológico (al cual
consideramos pedagógicamente como una suerte de comando de los mecanismos de
reversibilidad y que resulta de la sumatoria de impulsos perceptuales y de
memoria). El centro de poder se encuentra habitualmente encubierto por las
actividades mecánicas del yo sicológico.
Anteriormente, al
estudiar la técnica de niveles, se dijo: "...existe cierta profundidad
límite, más allá de la cual no es posible descender...” allí todo queda
oscurecido. En las alturas, por encima del cielo iluminado, del sol, y de las
estrellas, ocurre el mismo fenómeno: todo queda oscurecido. El oscurecimiento
final, tanto en los ascensos como en los descensos, coincide con los límites
del propio cuerpo. Por cierto que tales límites son difíciles de tocar, por
cuanto se producen frecuentes rebotes, pero que sirven a la continuación de las
escenas.
"En la técnica
de niveles no debe confundirse la luz dependiente de un determinado foco (luces
subterráneas, fuegos volcánicos, ciudades iluminadas bajo las aguas, etcétera.
Inversamente: el sol, la luna, las estrellas, las ciudades de la luz, los
objetos cristalinos o radiantes, etcétera.), con la iluminación general del
espacio, que es la que delata el nivel de la representación".
Como excepción a
todo lo explicado hasta aquí debe considerarse, a modo de hipótesis, el
caso posterior al de la oscuridad límite (en descensos o ascensos) en el que el
espacio de representación queda "iluminado". Tal excepción no ha sido constatada en los procesos
transferenciales, pero es un caso relatado por místicos de distintas épocas y
regiones. También se ha tenido noticia de ese fenómeno por testimonios de
personas colocadas al borde de la muerte, o que han "regresado" de la
misma, luego de haber sido declarada la defunción clínica. Si tales afirmaciones no son
simples patrañas, están delatando un
hecho sicológico de interés que debería explorarse y, tal vez, la
autotransferencia sea la herramienta adecuada para hacer progresar esa
investigación.
9º - Ella o El.
Son importantes
temas, ya que alegorizan a la "mujer ideal" o al "hombre
ideal", dependiendo de la propia orientación
sexual.
Esos temas se van
definiendo al estudiar el recinto central de la ciudad subterránea.
El trabajo con el
tema de Ella (o El), tiene importancia desde el punto de vista de las
definiciones de la imagen complementaria del operador.
No es recomendable
tratar de visualizar artificiosamente a tales personajes, sino más bien el
recinto correspondiente, limitándose a esperar su presentación. Desde luego que
las definiciones se irán produciendo a medida que se profundice el trabajo.
Observaciones.
En la presente lección se ha
explicado brevemente la condición transferencial. También se han considerado a
los principales temas. En la lección próxima se tendrá en cuenta a los
argumentos.
En autotransferencia
podemos seguir los siguientes pasos de proceso, a saber: entrada, desarrollo,
salida y elaboración postransferencial. A continuación daremos el ejercicio
básico de entrada.
Ejercicio de entrada
en el proceso autotransferencial.
El operador efectúa
un relax interno profundo. Inmediatamente, o en
el momento que le resulte adecuado, hará la entrada autotransferencial
aprovechando cualquier recurso de configuración del "guía" interno.
Posteriormente, hará aparecer el límite o la "entrada" y, a
continuación, los tres "caminos".
El operador habrá de
trabajar este ejercicio tantas veces como necesite para lograr buenas
representaciones de los temas propuestos (guía, límite y caminos).
Será conveniente
estudiar todas las resistencias que se presenten, a fin de irlas superando en
las reiteraciones del ejercicio.
Luego de practicar
varias veces, tendrá lugar un diálogo con los otros partícipes, a fin de
mejorar las propias técnicas.
El dominio del
ejercicio de entrada es fundamental
porque en el futuro siempre se comenzará con él cualquier proceso.
L. A. AMMANN
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