miércoles, 29 de mayo de 2013

LECCION 6Sondeo transferencial.



Las tres técnicas principales de transferencia son: niveles, transformismos y expansiones.

I. Técnica de niveles.
            Trabaja con distintos niveles del espacio de representación, en sentido vertical. Estos niveles espaciales no deben confundirse con los niveles de conciencia. En efecto, en sueño por ejemplo, el durmiente puede "ascender" o "descender" en su espacio interno, sin por ello despertar.

Cuando se trabaja esta técnica, el guía comienza por sugerir al sujeto que se represente a sí mismo en un plano que podríamos llamar "medio". Ese plano, es más o menos correspondiente al de percepción habitual.
           
Una vez que el sujeto se visualiza a sí mismo, el guía le sugiere descender. Allí surge la primera dificultad, pues el sujeto tendrá que descubrir cómo hacerlo. Conociendo los indicadores de resistencia y sus soluciones, el guía intervendrá cada vez que aparezcan dificultades.

Si la regla general de toda transferencia indica que debe vencerse toda resistencia para que las cargas se desplacen, subsiste el cómo hacerlo. En general, debe operarse de manera que el sujeto se enfrente con toda dificultad que aparezca, siempre que cuente con posibilidades de vencerla. Es decir, que si una resistencia fuera más fuerte que el sujeto, éste terminaría en una frustración que aumentaría la resistencia posteriormente.

En transferencia se habla de "persuasión" de las resistencias, queriendo indicar con  ello que se las debe acometer frontalmente si ellas no superan al sujeto, pero en caso contrario el guía debe intervenir apoyando la escena con algunos recursos alegóricos o, en ocasiones, invitando al sujeto a buscar una vía más fácil para llegar nuevamente a la resistencia, pero desde una perspectiva más favorable.

Siguiendo la idea de la persuasión de la resistencia, es siempre preferible antes que una lucha violenta que el guía sugiera la reconciliación con un defensor que impide agresivamente una entrada. Otro recurso similar en esos casos, es el del pago o trueque alegórico para persuadir al que dificulta el acceso.

En los descensos aparecen, frecuentemente, seres extraños que el guía puede convertir en aliados  para que el sujeto continúe sus desplazamientos.
Casi siempre, a medida que se desciende, el espacio de representación se va oscureciendo, siguiéndose con ello un sistema de asociación propio de la vigilia y de la experiencia cotidiana, en el sentido de que en las profundidades está lo oscuro  sea terrestre o marítimo. Vale lo opuesto en la dirección ascendente, ya que en las alturas están el sol, el cielo puro (más allá de las nubes de tormenta, por ejemplo), etcétera. Pero existe otro fenómeno que coincide con la percepción del mundo externo, sin por ello ser dependiente de aquélla. En general, sucede que a medida que el sujeto desciende en su espacio, se aleja de sus centros ópticos, oscureciéndose la escena y apareciendo en "pantalla", representaciones traducidas o deformadas del intracuerpo (cavernas con animales, como representación de la propia boca, lengua y dientes; tubos de caída, como alegorización del esófago; globos o seres alados que se mueven rítmicamente como representación de los pulmones; barreras que remedan el diafragma; seres tentaculares, laberintos y pasadizos en relación con distintas partes del aparato digestivo; cavernas cálidas o asfixiantes, a veces iluminadas por fuegos mortecinos como deformación y traducción de registros cenestésicos sexuales; texturas acuáticas, barrosas o viscosas, como representación de humores o sustancias que operan en el intracuerpo, etcétera.).
           
A medida que el sujeto asciende el espacio se va aclarando mientras la respiración se va haciendo alta, produciéndose traducciones pulmonares con nuevos seres alados, esta vez luminosos como ángeles, aves, etcétera.
           
Existe cierta profundidad límite, más allá de la cual no es posible descender... allí todo queda oscurecido. En las alturas, por encima del cielo iluminado, del sol y las estrellas, ocurre el mismo fenómeno: todo queda oscurecido. El oscurecimiento final, tanto en los ascensos como en los descensos, coincide con los límites del propio cuerpo. Por cierto que tales límites son difíciles de tocar, por cuanto se producen frecuentes rebotes, pero que sirven a la continuación de las escenas.

En la técnica de niveles no debe confundirse la luz que depende de un determinado foco (luces subterráneas, fuegos volcánicos, ciudades iluminadas bajo las aguas, etcétera. Inversamente: el sol, la luna, las estrellas, las ciudades de la luz, los objetos cristalinos o radiantes, etcétera.), con la iluminación general del espacio, que es la que delata el nivel de la representación.
           
Sintetizando la técnica de niveles  decimos que se comienza en el plano medio, se desciende hasta límites aceptables de visualización y movilidad de imágenes, desandando luego el camino por el que se descendió hasta llegar al plano medio. Desde allí, se asciende hasta límites también aceptables y se desciende  haciendo  el mismo recorrido hasta llegar al plano medio.
           
Siempre se comienza y concluye en el plano medio, sacando al sujeto al final, de sus escenas más o menos irracionales hasta un sistema de representación cotidiano. En él, las asociaciones libres comienzan a ceder frente a la racionalización que sugiere el guía. Se pretende que la sensación de la "salida" del proceso transferencial, sea gradual y reconfortante.
           
En ningún caso, se debe sugerir la salida de un modo abrupto o de un plano que no sea el medio.

II. Técnica de transformismos.
            Trabaja manteniéndose en el plano medio de representación. Como de costumbre el sujeto se representa a sí mismo. El guía lo invita a que se desplace hacia "adelante" como si se viera caminando en cualquier escena que ha propuesto el sujeto para comenzar el trabajo.
           

Cuando la escena cobra la soltura típica de los procesos de asociación libre, el guía va proponiendo cambios en las vestimentas del sujeto, luego cambios en las distintas imágenes que van apareciendo, hasta detectar resistencias. Cada resistencia que se detecta debe ser superada adecuadamente.
           
A veces sucede que los transformismos no ofrecen mayores resistencias, pero sí el pasar de un ámbito a otro, el salir o entrar a un recinto, etcétera. Todo ello deberá vencerse con las ayudas alegóricas del caso, o transformando unas imágenes en otras.

El trabajo continúa, efectuándose  el regreso al punto inicial. Desde allí se procede a sacar al sujeto, mediante racionalizaciones de la escena y siempre de un modo amable y gradual.

III. Técnica de expansiones.
            Trabaja tanto en el nivel vertical (técnica de niveles), como en el horizontal (técnica de transformismos). Opera siempre que en los temas o argumentos se producen encierros, obstrucciones o incompatibilidades por cuestiones de tamaño. Existen desproporciones de tamaño entre la imagen del propio sujeto y un objeto a través del cual se quiere pasar (pasadizos que se cierran, ojos de cerradura, escalones demasiados separados o altos para el paso, etcétera.). También puede darse el caso de desproporciones con respecto a objetos que se desea hacer pasar al interior del sujeto (una fruta que se desea comer aparece demasiado grande o demasiado pequeña). Se producen también dificultades en la relación entre seres por el mismo motivo (gigantes y enanos), o desproporciones en la misma figura (cabeza descomunal y miembros muy finos), etcétera.
                       
Cuando se presentan dificultades del tipo de las citadas, el guía sugiere expansiones o contracciones de las imágenes afectadas, hasta que se proporciona la escena. A veces, es necesario apoyarse en recursos alegóricos, para facilitar la integración de imágenes en un argumento dado.
           
            ¿Cuándo aplicar cada una de las técnicas?
           
En general, se trabaja dando al sujeto dirección según la técnica de niveles, pero a medida que ésta se desarrolle, aparecerán resistencias que estarán referidas a los desplazamientos horizontales o a los tamaños de las imágenes. Por lo tanto, las técnicas de transformismos y expansiones se utilizarán en el momento en que se detecten las resistencias correspondientes dentro de la técnica general de niveles. Sólo en el caso en que, por anteriores sesiones, esté claro que el problema fundamental del sujeto se refiere a resistencias en los transformismos o en las expansiones, se procederá directamente con esas técnicas prescindiendo de los desplazamientos por niveles verticales.

Ejercicios de sondeo y desplazamiento transferencial.

El guía pide al sujeto que cuente un chiste. Luego le solicita que se presente a sí mismo como el personaje principal del chiste (o como uno de los personajes, según el caso), procediendo a ejercitar la técnica de niveles. Cada vez que se encuentre una resistencia, el guía llevará al sujeto a vencerla y, según los casos, usará técnicas de transformismo y expansión.
           
Será necesario que el sujeto relate todo lo que va sucediendo en las escenas, explayándose sobre los climas que las acompañan.
           
Terminando el sondeo y vencimiento de resistencias, sujeto y guía discutirán el significado de las resistencias encontradas y las dificultades de vencimiento, tratando de relacionarlas con conductas cotidianas o con hechos biográficos. Podrá intentarse, además, una simple reducción simbólica de los encuadres generales y una corta síntesis de temas y argumentos.
           
Posteriormente, guía y sujeto cambiarán de roles.
           
El sondeo transferencial es una práctica que no requiere de mayores preparaciones ni requisitos previos. Puede ejercitarse aún a nivel vigílico, siempre que el sujeto pueda colocarse en un estado de no racionalización y en el cual fluyan las asociaciones libremente.

Podemos resumir diciendo que con sólo dos procedimientos: el de sondeo catártico de realimentación y el de sondeo transferencial, un guía experimentado puede llevar a un sujeto a descargas o a traslados de cierta profundidad, según sea el caso. Y todo ello podrá realizarse aún con sujetos que no tienen preparación alguna en estos temas. Desde luego que para acometer procesos catárticos y transferenciales más profundos, el sujeto necesitará un bagaje de información semejante al del guía.

            

L. A. AMMANN




















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