Comprender
la naturaleza de la mente, lo que se podría llamar nuestra esencia íntima,
esa verdad que todos buscamos, es la clave para comprender la vida y la muerte;
porque lo que ocurre en el momento de morir es que la mente ordinaria y sus
conceptos ilusorios mueren, y en ese espacio que se abre se revela, ilimitada
como el cielo, la naturaleza de nuestra mente. Es esencial que nos
familiaricemos con la naturaleza de la mente cuando estamos vivos, para ello
tenemos que aprender a meditar y a conocernos a nosotros mismos..
La
imaginería espiritual y religiosa, los relatos especiales y
la mitología son los ladrillos de la imaginación
vital. A continuación se rescatan de Mario Rodríguez,
Silo, imaginerías que bien realizadas permiten el contacto con lo
sagrado y la sospecha de la trascendencia.
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