miércoles, 29 de mayo de 2013

LECCION 5 Sondeo transferencial.




  Con las explicaciones dadas en las lecciones anteriores, se está en condiciones de encarar estudios de cierta profundidad respecto de los símbolos y alegorías en el campo de la producción individual (en sueño, semisueño y vigilia) y también en el terreno de la producción colectiva (en cuentos, leyendas, mitos, arte, religión, etcétera).

Conductas individuales o grupales pueden, también, ser estudiadas desde el punto de vista simbólico y sígnico.

Pero ahora vamos a utilizar esos conocimientos como simples auxiliares de las técnicas transferenciales.
           
Recordemos que en este curso de operativa estamos trabajando con técnicas catárticas, con el objeto de producir descargas de tensiones que sería imposible de lograr por otros medios. También debemos operar con técnicas transferenciales que nos permitan desfijar e integrar contenidos psíquicos.

Damos por sentado que se sabe en qué circunstancias debe operarse con unas u otras técnicas.

I. Indicadores.
            Las racionalizaciones, ocultamientos, olvidos y bloqueos en general, indican resistencias a la abreacción catártica. Vencer esas resistencias, permitiendo que se expresen las tensiones hacia la periferia como descarga, es un problema técnico.
           
Asimismo, los contenidos fijados ofrecen resistencia cuando se trata de movilizarlos e integrarlos al proceso de la conciencia. En principio, los indicadores de resistencia son los mismos que aparecen al aplicar las técnicas catárticas pero, además, existen otros ligados estrechamente a la configuración y dinámica de las imágenes.

Para toda la operativa (catarsis, transferencia y autotransferencia), vale el mismo principio: detectar y vencer resistencias. Habrá que comprender cuáles son los indicadores de resistencia y cuáles los indicadores de que se han superado dichas resistencias. En el caso de la catarsis han sido suficientemente estudiados; en el de la transferencia pasamos a su explicación.

II. Indicadores de resistencia.
            Una de las primeras condiciones que se debe cumplir en el proceso transferencial, es que el sujeto asocie libremente y, en lo posible, con imágenes visuales. Para que esta condición se dé con soltura, se procurará trabajar buscando el nivel de semisueño activo, en el cual el sujeto irá describiendo al guía sus escenas mentales, mientras éste se limitará a dar dirección a las imágenes.
            No se trata de que el guía sugiera imágenes (con lo cual trasladaría sus propios contenidos al sujeto), sino que dadas las escenas que el sujeto relata, el guía debe ocuparse en dar dirección hacia distintas profundidades y alturas del espacio de representación, operando transformismos, contracciones y ampliaciones de imágenes cuando aparecen indicadores de resistencia.
           
Veamos los principales indicadores.
           
1º. Resistencias de racionalización, ocultamiento, olvido y bloqueo. Indican fuertes tensiones. En tales casos, el guía procede con un sondeo catártico de realimentación hasta que se produzca la superación de esas resistencias. Si las dificultades continúan, la catarsis deberá ser profunda.

2º. Dificultad en los desplazamientos verticales. Ocurre cuando el sujeto no puede ascender hacia las "alturas", o descender a las "profundidades". Habrá que lograrlo repitiendo y proporcionando al sujeto ayudas alegóricas de conectivas o determinados atributos. Estas ayudas que frecuentemente utilizará el guía estarán siempre referidas a vencer resistencias y serán más o menos armónicas dentro de las escenas del sujeto, de manera que pueda evitarse la infiltración de contenidos propios del guía.
           
3º. Dificultad en los desplazamientos horizontales. Ocurre cuando el sujeto no puede avanzar o retroceder en su escena. Será necesario repetir, suministrando ayudas alegóricas.
           
4º. Dificultad en las expansiones o contracciones. Ocurre cuando el sujeto no puede hacer "crecer" o "empequeñecer" su propia imagen u otra puesta  por  el mismo sujeto como dificultosa, peligrosa, etcétera. El guía dará ayudas alegóricas, hasta que se venza la resistencia.

5º. Dificultad en los transformismos. Ocurre cuando el sujeto no puede cambiar su ropaje o su aspecto, o bien, roles, edades, niveles, etcétera. También, cuando no puede operar inversiones de imágenes que crean climas negativos, en imágenes positivas. El guía apelará a recursos alegóricos de ayuda.
           
6º. Dificultad en la adhesión de un clima a imágenes. El guía deberá pedir al sujeto que busque imágenes hasta que el clima "encaje" en una escena recordada o ficticia. La dificultad estará superada únicamente cuando el sujeto experimente la real correspondencia entre clima e imágenes. Es decir, si el registro emergente de esas operaciones es artificioso, habrá que continuar el trabajo hasta que se produzca un "encaje" realmente sentido como tal por el sujeto.
           
7º. Dificultad en la disociación entre imagen y clima. El guía sugerirá trasladar el clima a otras imágenes, hasta que las originales pierdan fuerza emotiva.
           
8º. Irrupción catártica en el proceso transferencial. Será necesario permitir al sujeto que se exprese plenamente, pero habrá de suspenderse el proceso transferencial hasta que el sujeto esté nuevamente en condiciones de seguir las direcciones que le proponga el guía. Este caso es diferente de las expresiones catárticas que acompañan a la trasferencia, pero que no interrumpen el proceso de dirección que lleva el guía.

9º. Exceso de velocidad en los desplazamientos. El sujeto pasa de una escena a otra o entre imágenes tan velozmente, que no alcanza a percibir plenamente de qué se trata obstruyendo de ese modo, la descripción. Habrá que enlentecer el proceso, haciendo que el sujeto coloque los objetos que visualiza a grandes distancias entre sí, de manera que el "recorrido" de unos a otros obligue a una mayor demora. Otro recurso  es el de pedir al sujeto que dé numerosos detalles de cada objeto que se le presenta.
           
10º. Rebote de altura. En un ascenso o descenso, el sujeto se encuentra súbitamente relatando escenas del plano opuesto. El guía deberá retomar el proceso y utilizar ayudas alegóricas en el momento en que puede producirse el rebote.

11º. Rebote de nivel. Ocurre cuando por presión de contenidos oprimentes, sobresalto, u otros factores accidentales, el sujeto continúa el proceso, pero con un marcado cambio hacia la racionalización. También, cuando el sujeto bloquea la secuencia. El guía deberá suspender y comenzar nuevamente el trabajo.

12º. Dificultad en la visualización de imágenes. De todas maneras, el guía emprenderá el trabajo. El sujeto trabajará entonces con aquel sistema de imágenes que le resulte afín.
           
Vistos los indicadores y la forma de tratarlos, se comprende cómo lo estudiado en simbólica  y alegórica  puede ser utilizado de un modo auxiliar por el guía, al proponer ayudas no racionales (alegorías por ejemplo) para que el proceso se desarrolle evitando los rebotes de nivel que ocurrirían si el sujeto irrumpiera en un sistema de ideación crítico y autocrítico.
           
Repetimos que la simbólica y alegórica en materia de transferencia, juega un papel eminentemente auxiliar más que interpretativo como ocurre en otros campos.
           
Ejercicio de sondeo transferencial de resistencia.

El guía pide al sujeto que cuente un chiste. Luego le solicita que se represente a sí mismo como el personaje central del chiste (o como uno de los personajes según el caso), procediendo a ejercitar: ascensos y descensos; avances y retrocesos; expansiones (agrandamiento de imagen) y contracciones (reducciones de imagen). En todos los casos, será necesario que el sujeto relate todo lo que sucede en las escenas, explayándose sobre los climas que las acompañan. El guía tomará nota de todos los indicadores de resistencia que vayan apareciendo. En este ejercicio, no tratará de vencer ninguna de las resistencias que observe.

Terminado el sondeo de resistencias, sujeto y guía discutirán el significado de las resistencias encontradas, tratando de relacionarlas con conductas cotidianas o con hechos biográficos. Podrá intentarse, además, una simple reducción simbólica de los encuadres generales y una corta síntesis de temas y argumentos. Posteriormente, guía y sujeto cambiarán los roles

    L. A. AMMANN

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