lunes, 13 de mayo de 2013

Herramientas prácticas para ayudar en los procesos de muerte



Asistencia al moribundo
Se realiza ante una persona moribunda o recientemente muerta
Esta es una ceremonia de mucho afecto y exige que quien la realiza dé lo mejor de sí.
La ceremonia puede ser repetida a pedido del interesado o de aquellos que cuidan de él.
El Oficiante a solas con el moribundo.
Cualquiera sea el aparente estado de lucidez o inconsciencia del moribundo, el Oficiante se aproxima a él hablando con voz suave, clara y pausada.

Oficiante: Los recuerdos de tu vida son el juicio de tus acciones. Puedes, en poco tiempo, recordar mucho de lo mejor que hay en ti. Recuerda entonces, pero sin sobresalto y purifica tu memoria. Recuerda suavemente y tranquiliza tu mente...

Se hace silencio por unos minutos, retomando luego la palabra con el mismo tono e intensidad.

Rechaza ahora el sobresalto y el descorazonamiento...
Rechaza ahora el deseo de huir hacia regiones obscuras...
Rechaza ahora el apego a los recuerdos...
Queda ahora en libertad interior, con indiferencia hacia el ensueño del paisaje...
Toma ahora la resolución del ascenso...
La Luz pura clarea en las cumbres de las altas cadenas montañosas y las aguas de los- mil- colores bajan entre melodías irreconocibles hacia mesetas y praderas cristalinas...
No temas la presión de la Luz que te aleja de su centro cada vez más fuertemente. Absórbela como si fuera un líquido o un viento, porque en ella, ciertamente, está la vida...
Cuando en la gran cadena montañosa encuentres la ciudad escondida debes conocer la entrada. Pero esto lo sabrás en el momento en que tu vida sea transformada. Sus enormes murallas están escrita en figuras, están escritas en colores, están sentidas. En esta ciudad se guarda lo hecho y lo por hacer...
Se hace un breve silencio, retomando luego la palabra con el mismo tono e intensidad.
Estás reconciliado...
Estás purificado...
Prepárate a entrar en la más hermosa Ciudad de la Luz, en esta ciudad jamás percibida por el ojo, nunca escuchada en su canto por el oído humano...
Ven, prepárate a entrar en la más hermosa Luz...
(El Mensaje de Silo, 2004)


Muerte ( Se realiza cuando ya partió, el cuerpo está en el ataúd...)

Oficiante: La vida ha cesado en este cuerpo. Debemos hacer un esfuerzo para separar en nuestra mente la imagen de este cuerpo y la imagen de quien ahora recordamos...
Este cuerpo no nos escucha. Este cuerpo no es quien nosotros recordamos...
Aquel que no siente la presencia de otra vida separada del cuerpo, considere que aunque la muerte haya paralizado al cuerpo, las acciones realizadas siguen actuando y su influencia no se detendrá jamás. Esta cadena de acciones desatadas en vida no puede ser detenida por la muerte. ¡Qué profunda es la meditación en torno a esta verdad, aunque no se comprenda totalmente la transformación de una acción en otra ¡
.......

Y aquel que siente la presencia de otra vida separada, considere igualmente que la muerte solo ha paralizado al cuerpo; que la mente una vez más se ha liberado triunfalmente y se abre paso hacia la Luz...
Sea cual fuere nuestro parecer, no lloremos los cuerpos. Meditemos más bien en la raiz de nuestras creencias y una suave y silenciosa alegría llegará hasta nosotros...
¡Paz en el corazón, luz en el entendimiento!

(El Mensaje de Silo, 2004)

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