LECCION 1
Sondeo catártico.
Cuando un contenido de conciencia
(por ejemplo una imagen, un recuerdo, una idea) cobra tal intensidad o tal
"carga" que sobresale del resto de los contenidos, tiende a
descargarse dando impulsos a los centros correspondientes. Estos centros se
ponen en marcha y movilizan actividades corporales hacia el mundo externo.
En rigor, toda
actividad implica una descarga, una catarsis de tensiones. Pero las normales
actividades de la vida diaria guardan relación directa con el circuito:
necesidad-satisfacción de la necesidad. Gracias a ese circuito que eleva las
tensiones en los momentos de necesidad y las disminuye en los momentos de satisfacción,
todo ser vivo avanza hacia las fuentes de abastecimiento y retrocede ante los
peligros, protegiendo su integridad. También se orienta hacia aquello que le
permite reproducir, expandir su estructura. Estos mecanismos han sido
explicados desde antiguo por los "instintos" de conservación
individual y de la especie.
El sistema de
tensión-displacer y distensión-placer reproduce a nivel orgánico el fenómeno
natural de desequilibrio-restablecimiento del equilibrio.
En el ser humano se
expresan descargas catárticas del tipo de la risa, el llanto, la comunicación
de problemas, la producción artística, la actividad física desinteresada,
etcétera. Todas esas manifestaciones no parecen estar al servicio directo de
los instintos y cumplen, sin embargo, con un papel importante en el
restablecimiento del equilibrio interno.
Por numerosos
motivos, diversos canales de descarga catártica pueden encontrarse bloqueados
en un momento dado. En tal caso, la tensión acumulada busca otras vías de
expresión, e indirectamente se restablece el equilibrio. Pero si las tensiones
acumuladas aumentan en relación con las descargas (directas o indirectas), toda
la estructura comienza a peligrar... Muchas enfermedades son somatizaciones o
explosiones internas motivadas por el bloqueo de las vías catárticas externas.
Otras explosiones generalizadas pueden expresarse hacia el exterior, como actos
de violencia.
Por todo lo anterior,
un adecuado sistema de catarsis es de fundamental importancia para la vida.
Ejercicio 1.
El guía pide al
sujeto que cuente varios chistes. El guía va tomando nota de los relatos.
Ejercicio 2.
El guía pide al
sujeto que narre acontecimientos históricos. Se toma nota.
Ejercicio 3.
El guía pide al sujeto que describa
acontecimientos alegres de su vida. Toma nota.
Ejercicio 4.
El guía pide al sujeto que comente
sucesos graves o tristes de su vida. Toma nota.
Efectuados los cuatro
ejercicios, se toma el material obtenido pidiendo al sujeto que explique cuáles
son los elementos comunes en los diversos relatos que le han producido: a)
tensión muscular y por qué; b) distensión y por qué; c) bloqueo (es decir:
olvido, o disimulación, o silencio) y
por qué; d) cambios de tono de voz, respiratorios, de actitud corporal... y por
qué.
Realizado todo lo anterior,
se pide al sujeto que sintetice, en pocas palabras, aquello que le produce
tensión y aquello que lo relaja.
Por último, se
solicita al sujeto que se explaye libremente comentando hechos o ensueños que
liberan sus tensiones. En este momento, ya se está conduciendo una primera y
elemental catarsis.
Como es de estilo en
este curso, el guía intercambiará su rol con el sujeto. Se destinarán a estos
trabajos tantas sesiones como sean necesarias.
Cada sesión no debe
ocupar más de una hora.
L. A. AMMANN
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