lunes, 13 de mayo de 2013

La muerte de uno de los padres para el adulto


La muerte de uno de los padres es la pérdida más común y natural para los adultos. Dependiendo de la edad, es más o menos esperable, no corta las leyes de la naturaleza como la absurda muerte de un niño, no deja sabor de soledad como la viudez, no es tan impactante como la muerte de un hermano...además en muchos casos es la solución a una vida de pobre calidad.....Mil razones la explican, la justifican pero ¿por qué entonces afecta tan profundamente la muerte del padre o madre?

La dificultad en este duelo dependerá de varios factores: quién era para nosotros la persona que murió, qué papel desempeñaba en nuestra vida y qué espacios ocupaba en nuestro mundo interno, de qué forma y en qué momento del ciclo vital murió. También influyen la versatilidad y solidez de los recursos internos para enfrentar la adversidad y la pena y la disponibilidad adecuada de red de apoyo familiar y social.

Hay dos situaciones especiales ante la muerte de los padres: La orfandad, o sea , la sensación definitiva de que ya para nadie seremos hijos y la tarea de deshacer la casa de los padres, un refugio real o simbólico del que hacíamos parte. (Isa Fonnegra de Jarmillo, 2001

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