domingo, 12 de mayo de 2013

Mire hacia el lado



• Si no tiene zapatos nuevos, mire hacia el lado y note que hay muchos que aún andan descalzos.
• Si no tiene para cenar en restaurantes finos, mire hacia el lado y compruebe que a muchos les toca esperar a que usted termine de comer para recoger los mendrugos.
• Si no viste a la moda o sus prendas no son de marca, mire hacia el lado y vea en las ‘pasarelas’ de las calles las pintas que lucen los pordioseros.
• Si le parece duro levantarse a trabajar, mire hacia el lado y reflexione sobre lo difícil que es para muchos ‘levantarse’ a buscar trabajo.
• Si le saca de quicio hasta el más mínimo resfriado, mire hacia el lado y compadézcase de todos aquellos que tienen sus días contados.
• Sí, mire hacia el lado, pero no para comprobar las miserias de los demás, sino para entender que hay muchos que, como usted, tienen un gran peso sobre sus hombros.
• Esta es una invitación a asumir su verdad de una manera clara, para saber cómo afrontarla. Cada quien tiene su propia historia, su propio afán y su propia victoria.
• El sano vivir enseña que se debe alimentar la fuerza del espíritu. Por eso, no se puede desesperar con peligros que usted mismo se inventa.
Pese al temporal, algo bueno vendrá
Es dentro de usted, justo en ese espacio interno, valioso y trascendental que existe en su corazón, en donde está la chispa de su vida. Allí se encuentran todas las respuestas que necesita.
Por eso, ante cualquier situación difícil por la que atraviese, debe tener confianza y aprender a escuchar a su ser interior.
La vida le trae de manera cotidiana diferentes situaciones, unas más difíciles que otras. Sin embargo, le corresponde buscar soluciones apropiadas, las cuales se convertirán en escalones para su crecimiento.
Cada cosa que le sucede es, de manera literal, un espejo en donde se puede mirar. Si el aguacero de la angustia llena el horizonte de su pensamiento, sencillamente verá nubes grises por doquier.
En cambio, si la calma viene a sentarse en medio de su pecho, verá cómo la tranquilidad se mece al vaivén de sus grandes anhelos.
Mejor dicho: si su cabeza es una ‘guarida’ oscura en donde se esconden pensamientos de odio, de rencor o de envidia; cuando camine por la vida, sólo verá pasar por ella estos feos sentimientos.
Trabaje con todo entusiasmo y vea los problemas del momento como sanos retos. Las vicisitudes ponen a prueba nuestra capacidad para levantarnos.
No pase sus situaciones a otros para ahorrarse el esfuerzo mental en la búsqueda de las soluciones; tampoco les eche la culpa a los demás. Si actúa así, perderá valiosas oportunidades de crecer, de mejorar y de experimentar la magia de vivir.
Un último consejo: al despertar cada mañana, ofrézcale su primer pensamiento a Dios; dele gracias por el nuevo día y por el regalo de la vida. Pese a que amanezca lloviendo, prográmese un día sereno. Propóngase vivir esas 24 horas en paz con usted mismo y en armonía con las personas que están a su alrededor.

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