• Si no
tiene zapatos nuevos, mire hacia el lado y note que hay muchos que aún andan
descalzos.
• Si no
tiene para cenar en restaurantes finos, mire hacia el lado y compruebe que a
muchos les toca esperar a que usted termine de comer para recoger los
mendrugos.
• Si no
viste a la moda o sus prendas no son de marca, mire hacia el lado y vea en las
‘pasarelas’ de las calles las pintas que lucen los pordioseros.
• Si le
parece duro levantarse a trabajar, mire hacia el lado y reflexione sobre lo
difícil que es para muchos ‘levantarse’ a buscar trabajo.
• Si le saca
de quicio hasta el más mínimo resfriado, mire hacia el lado y compadézcase de
todos aquellos que tienen sus días contados.
• Sí, mire
hacia el lado, pero no para comprobar las miserias de los demás, sino para
entender que hay muchos que, como usted, tienen un gran peso sobre sus hombros.
• Esta es
una invitación a asumir su verdad de una manera clara, para saber cómo
afrontarla. Cada quien tiene su propia historia, su propio afán y su propia
victoria.
• El sano
vivir enseña que se debe alimentar la fuerza del espíritu. Por eso, no se puede
desesperar con peligros que usted mismo se inventa.
Pese al
temporal, algo bueno vendrá
Es dentro de
usted, justo en ese espacio interno, valioso y trascendental que existe en su
corazón, en donde está la chispa de su vida. Allí se encuentran todas las
respuestas que necesita.
Por eso,
ante cualquier situación difícil por la que atraviese, debe tener confianza y
aprender a escuchar a su ser interior.
La vida le
trae de manera cotidiana diferentes situaciones, unas más difíciles que otras.
Sin embargo, le corresponde buscar soluciones apropiadas, las cuales se
convertirán en escalones para su crecimiento.
Cada cosa
que le sucede es, de manera literal, un espejo en donde se puede mirar. Si el
aguacero de la angustia llena el horizonte de su pensamiento, sencillamente
verá nubes grises por doquier.
En cambio,
si la calma viene a sentarse en medio de su pecho, verá cómo la tranquilidad se
mece al vaivén de sus grandes anhelos.
Mejor dicho:
si su cabeza es una ‘guarida’ oscura en donde se esconden pensamientos de odio,
de rencor o de envidia; cuando camine por la vida, sólo verá pasar por ella
estos feos sentimientos.
Trabaje con
todo entusiasmo y vea los problemas del momento como sanos retos. Las vicisitudes
ponen a prueba nuestra capacidad para levantarnos.
No pase sus
situaciones a otros para ahorrarse el esfuerzo mental en la búsqueda de las
soluciones; tampoco les eche la culpa a los demás. Si actúa así, perderá
valiosas oportunidades de crecer, de mejorar y de experimentar la magia de
vivir.
Un último
consejo: al despertar cada mañana, ofrézcale su primer pensamiento a Dios; dele
gracias por el nuevo día y por el regalo de la vida. Pese a que amanezca
lloviendo, prográmese un día sereno. Propóngase vivir esas 24 horas en paz con
usted mismo y en armonía con las personas que están a su alrededor.
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