domingo, 12 de mayo de 2013

¡PÓNGALE CHISPA A LA VIDA!



Muchos tienen fósforos en su interior, pero pocos saben encenderlos. Aunque usted no lo crea, nuestra vida es como varios cerillos juntos que tienen la capacidad de volverse fosforescentes con sólo rasparlos.
Esa energía representa nuestra verdadera alma, una materia luminosa que ‘arde’ sin consumir nuestro cuerpo.
Es como la sazón de la vida que, por desgracia, olvidamos saborear.
Y es que, así tengamos los cerillos suficientes, sólo de nosotros depende encender nuestro brillo interior.
Esa luz es la que en realidad debemos tener para emprender alguna cosa o cualquier cambio. Cuando usted hace algo con alma, descubre cuanta alegría le proporciona conseguir sus objetivos.
Sin alma, las cosas se vuelven amargas. Tal vez por eso hay gente aburrida en las oficinas, hay alumnos cansados de ir a la escuela y hay docenas de parejas que terminan ‘presas’ de la rutina.

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